Podemos enchufa a su candidato a la alcaldía de Madrid a la semana de anunciarlo
El exatleta Roberto Sotomayor es colocado como asesor a dedo del grupo morado en el Congreso a los pocos días de presentarse a las primarias dirigidas por la dirección de Belarra
Roberto Sotomayor anuncia su candidatura de Podemos a la alcaldía de Madrid
El 12 de septiembre el que fuera atleta, Roberto Sotomayor, anunció que concurriría a las primarias de Podemos para ser futuro candidato de la formación morada al Ayuntamiento de Madrid. Una decisión teledirigida por la dirección del partido que deja pocas opciones a candidatos alternativos y que ha levantado ciertas suspicacias. Sólo ocho después, el 20 de diciembre, Roberto Sotomayor ya ha sido colocado por Podemos en un sueldo público.
En concreto, Sotomayor ha sido enchufado como asesor de Podemos en el Congreso en calidad de asistente del grupo parlamentario como técnico en las áreas de "deporte y materia de adicciones". Sólo ha durado una semana sin cobrar un sueldo público desde que saltó la noticia de su futura candidatura.
El exatleta madrileño forma parte del Consejo Ciudadano estatal de Podemos desde el año pasado y fue uno de los fichajes junto a la actriz María Botto de la secretaria general de la formación, Ione Belarra, para la nueva etapa del partido. Desde su incorporación a Podemos, se ha mostrado muy activo sobre todo en redes sociales con un perfil bastante radical.
Curiosamente, Roberto Sotomayor, cuando fue fichado por Podemos, negó en varias ocasiones en sus redes sociales que entrara en la formación podemita “para buscar un carguito”, pero no sólo va a ser candidato de la formación, sino que además cobrará como asesor de la misma en el Congreso un buen sueldo de los contribuyentes.
La elección de Roberto Sotomayor, por cierto, no ha estado exenta de polémica dentro de los círculos podemitas, ya que la publicidad que le han dado desde la cúpula desactiva la opción de que otros militantes puedan presentarse a las primarias.
Además, que Podemos anuncie su candidato a la alcaldía de Madrid antes de negociar una posible coalición con otros partidos de izquierda -cosa que puede dar lugar a otros candidatos- se ha interpretado como un síntoma de división y de tener pocas ganas de tender puentes con otras formaciones.