Moncloa saca ahora del cajón su agenda más extrema para sabotear a Feijóo
Este jueves llegan al Congreso la ley Trans, la de Bienestar Animal y el nuevo aborto de Irene Montero. Una vuelta de tuerca ideológica que tensa al PSOE, incomoda al PP y reactiva a Vox.
Jueves de alto voltaje parlamentario en el Congreso de los Diputados donde se debaten tres leyes que surgen del gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos y que suponen una carga ideológica de profundidad, que de hecho genera hasta rechazo y división entre los propios socialistas, pero que Pedro Sánchez necesita ahora para contentar a sus socios en plenas negociaciones de los PGE.
En concreto, la Cámara Baja somete a debate este jueves Ley Trans, la ley de bienestar y protección animal y la reforma de la ley del aborto.
Todas ellas son iniciativas surgidas de los ministerios de Unidas Podemos -del de Igualdad de Irene Montero y el de Asuntos Sociales de Ione Belarra- y son marca de la casa podemita. O dicho de otro modo, sapos que el PSOE debe tragar para mantener a Sánchez en la Moncloa a costa de muchos de sus tradicionales principios.
El debate y la negociación se prevén duros entre Unidas Podemos y el PSOE, ya que dos de estas leyes en especial, la Ley Trans y la de Bienestar Animal, han provocado intensos reproches entre el PSOE y sus socios, o incluso cismas entre los propios socialistas.
El PSOE en el Congreso deberá ver como sortea la aprobación de estas leyes sin soliviantar a una parte de sus barones o electorado. Cirugía fina para el nuevo portavoz socialista en el Congreso, Patxi López.
Este jueves Belarra y Montero van a tratar de marcar terreno con Díaz con dos de sus leyes estrella.
De la Ley Trans, buena parte del PSOE, en especial el sector feminista que encabeza la ex vicepresidenta Carmen Calvo, tiene muchas reticencias por considerar que se diluye el hecho diferencial de ser mujer.
La propia Calvo junto con otras mujeres socialistas como la consejera valenciana Gabriela Bravo cargaron duramente contra la Ley Trans en un seminario y en entevistas calificándola de “aberración”, “gran error” y “destrozar la igualdad”.
Similar enfado llevan muchos barones autonómicos del PSOE como el castellano manchego Emiliano García Page por la Ley de Bienestar Animal que mete en el mismo saco a todos los animales y no contempla excepciones como por ejemplo los perros de caza. Las amenazas de los presidentes autonómicos, y el miedo a cabrear al mundo rural a meses de elecciones, llevó al propio Patxi López a anunciar enmiendas a la Ley para incluir excepciones, algo que encendió las iras de Podemos.
Ahora, el Congreso debe aprobar estas patatas calientes, que no sólo implican una fuerte brecha social y división entre partidarios y detractores por su agudo carácter ideológico, sino que además amenaza con no dejar contentos a sectores del PSOE.
Aunque Moncloa confía en que esta vuelta de tuerca ideológica -muy sensible en el electorado de centroderecha- sirva para reactivar a Vox y poner en apuros a Alberto Núñez Feijóo y su PP templado.