Bolaños repite la jugada de Franco y exhumará a Primo de Rivera y Queipo pronto
El ministro de la Presidencia ha anunciado que procederá a los desenterramientos una vez entre en vigor la Ley de Memoria Democrática, en plena carrera electoral
El Gobierno quiere repetir la misma jugada que antes de las elecciones de noviembre de 2019. En aquella ocasión Sánchez exhumó a Franco dos semanas antes de los comicios y esta vez le toca el turno a Primo de Rivera y Queipo de Llano. El primero está enterrado en el Valle de los Caídos y el segundo en Sevilla, en La Macarena. Dos nuevos desenterramientos, con los que el Ejecutivo quiere seguir marcando su agenda más ideologica y así obtener algún rédito electoral.
El ministro para la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha adelantado este jueves que, una vez entre en vigor la Ley de Memoria Democrática, se iniciarán las actuaciones pertinentes, después de que este miércoles haya sido aprobada en el Senado, por lo que comenzá el proceso cuando la nueva norma se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En este contexto, el ministro de la Presidencia ha adelantado que, en base a la nueva norma de Memoria, tanto Primo de Rivera como Queipo de Llano no pueden estar en un lugar preminente, por lo que, cuando entre en vigor, se iniciarán los procedimientos para exhumarlos de las basílicas del Valle de los Caídos, que pasará a llamarse Valle de Cuelgamuros, y de la Macarena de Sevilla respectivamente.
De este modo, el Gobierno comenzará a trabajar en trasladar sus restos mortales para darlos una "sepultura digna" en otro lugar que no permita "homenajear" sus figuras, según ha dicho Bolaños, y si se cumple el calendario previsto lo hará en medio de un año marcado por las elecciones tanto municipales y autonómicas, como generales.
Más exhumaciones en año electoral
Y es que, al igual que ocurrió con la exhumación de Franco, los socialistas quieren amarrar a sus tradicionales votantes tirando de 'guerracivilismo' e ideología, una vez que la situación económica se ha convertido en un lastre y la popularidad del presidente está en sus horas más bajas.
En aquel 24 de octubre de 2019, solo dos semanas antes de las elecciones generales del 10N, Sánchez desplegaba el que posiblemente fue el gran acto central de su campaña electoral, la exhumación del dictador, cuyos restos se encontraban en el Valle de los Caídos.
Para entonces, desplegó todo el poder mediático de Moncloa, y RTVE puso gran cantidad de medios para retransmitir a toda la ciudadanía aquel acto. Programas especiales y alrededor de 20 cámaras de televisión llevaron a cada rincó del país un acto, que según Sánchez supuso "una victoria de la dignidad, de la Justicia, de la reparación y de la memoria", tal y como señalaba en los mítines electorales.
Ahora la jugada será similar, Primo de Rivera y Queipo de Llano serán exhumados en cuanto la norma sea publicada en el BOE, para así devolver al redil electoral a aquellos que ya no quieren respaldar a Sánchez.