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El "as en la manga" de Feijóo para dejar KO a Sánchez en el tercer "cara a cara"

Los presupuestos para 2023 que ha presentado esta semana el gobierno portugués, y sus políticas fiscales, suponen toda una enmienda a la totalidad a las políticas "populista" de Sánchez.

Sánchez y Feijóo en su reunión de este lunes.

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El líder del PP ha encontrado una aliado insospechado para sacar los colores al presidente del Gobierno el próximo martes en el Senado por "empobrecer" a los españoles e "hipotecar su futuro" por meros intereses electorales.

Un aliado que tiene nombre y apellidos, que va a cobrar un gran protagonismo el martes y que puede hacer mucho daño a Pedro Sánchez, porque pertenece a su misma familia política: el primer ministro portugués, el socialista Antonio Costa.

El "impuesto a los ricos", que ha copiado Sánchez de Podemos, está causando un severo daño a nuestra economía y Portugal está siendo uno de los grandes beneficiados

A ojos del Gobierno español, Costa engrosaría así la larga lista de "irresponsables" que baja impuestos y que no sólo militan en las filas del Partido Popular como Isabel Díaz Ayuso o Juan Manuel Moreno, como le gusta denunciar a Moncloa.

Una lista a la que también se han sumado los socialistas Ximo Puig , Emiliano García-Page y esta misma semana, con deflactación incluida, el PNV que gobierno en coalición con el Partido Socialista de Euskadi.

El primer ministro portugués, Antonio Costa, el último en desmarcarse de la política fiscal de Sánchez.

Y por si todo esto fuera poco para aguarle a Sánchez su fiesta del gasto electoral , los presupuestos generales para 2023 que ha presentado esta semana el gobierno luso, y sus políticas fiscales, suponen toda una enmienda a la totalidad a las políticas populistas de Sánchez y sus consecuencias no son, ni mucho menos, inocuas para nuestra economía.

El "impuesto a los ricos" que ha copiado Sánchez de Podemos está causando un severo daño a nuestra economía y Portugal está siendo uno de los grandes beneficiados.

Inquietante fuga de capitales

El número de españoles que declaran residir en el país vecino ha subido un 23% desde 2018 y alcanza ya la cifra de 15.550 personas que han fijado su residencia fiscal en tierras lusas. Y puede que el éxodo no haya hecho mas que empezar porque ya hay cálculos que cifran en unos 30.000 millones de euros la fuga de capitales que puede provocar el empeño de Sánchez de transmitir que se ha convertido en un redivivo Robin Hood.

Una imagen que refutan los datos porque las nuevas medidas impositivas y fiscales no sólo no alivian lo más mínimo la presión a las clases medias y trabajadoras, sino que la asfixia se ve incrementada al no deflactar la tarifa del IRPF. Además las pequeñas y medianas empresas son fundamentales en una economía como la española.

Todo lo contrario de lo que esta haciendo el socialista Costa en Portugal que sí va a deflactar el IRPF un 5,1 % el próximo año para que ningún trabajador vea mermado su poder adquisitivo por culpa de la inflación.

La ministra de Hacienda en la entrega en el Congreso del proyecto de presupuestos de 2023.

Y un largo suma y sigue que se ha visto también reflejado en la decisión del gobierno socialista luso de limitar la subida de las pensiones más altas al 3,5% para no poner en peligro "la sostenibilidad del sistema".

Sánchez, que se las prometía tan felices con su sablazo a los ricos y su intento de comprar el voto de los pensionistas, se va a chocar de bruces con una realidad que le va a poner encima de la mesa Feijóo el próximo martes en el Senado

Todo un aldabonazo a los presupuestos de María Jesús Montero donde ha primado la compra de votos a cualquier otra consideración. Y es que, como ha llegado a reconocer un destacado miembro de este Gobierno en los pasillos del Congreso, si pierden el poder, como auguran todas las encuestas: "Quien venga detrás, que arree".

Podio de los endeudados

Y por si esto fuera poco, Portugal se acerca al déficit cero y si, como prevé, consigue situar su deuda pública en el 110,8%, España tendría el dudoso honor de subir al podio de los tres países europeos más endeudados. El Gobierno español no prevé situarla en menos del 112% en el 2023.

Así las cosas, Sánchez -que se las prometía tan felices con su sablazo a los ricos y su intento de comprar el voto de pensionistas y jubilados con una lluvia de millones- se va a chocar de bruces con una realidad que le va a poner encima de la mesa Alberto Núñez Feijóo el próximo martes en el Senado: que su intento a la desesperada de revertir el resultado de las encuestas nos va a salir carísimo a todos los españoles.

Feijóo no va a caer en la "trampa" de las pensiones

Lo que sí va a dejar claro el líder del PP es que su partido está a favor de cumplir la ley actual y revalorizar todas las pensiones en función del IPC, es decir un 8.5% en el 2023. Para Feijóo "no sería justo que los pensionistas paguen la mala política de Sánchez". "A ver si vamos a adelantar al PSOE por la izquierda", ironizaba un cargo popular.

O sea que, en año electoral, y con 10 millones de pensionistas, el debate sobre la sostenibilidad del sistema va a tener que esperar, por mucho que lo estén abordando en países como Portugal donde las pensiones ha subido la mitad que en España y se ha limitado el incremento de las más altas.