Ribera apuesta por duchas “más frías y rápidas” para ahorrar energía
El nuevo plan de ahorro energético del Gobierno recoge una temperatura más baja de la habitual para el agua de las duchas y menor tiempo bajo el agua para “ponerle freno a Putin”
El Gobierno sigue empeñado en poner límites al consumo imponiendo medidas de ahorro energético en lugar de apostar por la disciplina de la sociedad y el autoconsumo. Y por ello, ha presentado un nuevo plan de ahorro energético complementario al ya aprobado donde se recogen limites de temperatura en aires acondiciones, calefacciones y uso de la luz en escaparates.
En el nuevo documento aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez, se recoge que el agua a la hora de ducharnos no debería estar a más de 35 grados. Para contextualizar, el agua tibia suele estar a una temperatura de 27 a 40 grados, siendo más de 40 grados una temperatura considerada como “caliente”.
Por ello, el Ejecutivo apuesta por un uso del agua en las duchas que esté relativamente fría porque cree que “es suficiente”, justo ahora que llega el invierno y con él, la bajada de temperaturas. Aunque Moncloa cree que es necesario este cambio para reducir el consumo energético nacional entorno a un 9% en plena crisis energética.
Además, desde el Ministerio de Transición Energética, Teresa Ribera apuesta por usar el agua caliente “con prudencia”, reduciendo si es necesario su consumo, ya sea con duchas más cortas o con una menor temperatura incluso que la recomendada. “Es recomendable prestar atención para que nunca se quede un grifo abierto más de la cuenta”, señalan desde el Gobierno.