"Frankenstein" huele la debilidad extrema de Sánchez y también le "abuchea"
La intervención de los socios de Moncloa en el Congreso ha sido para advertir al presidente del Gobierno que no dé los Presupuestos por aprobados, evidenciando su máxima debilidad.
Pedro Sánchez a su llegada al Congreso
Los pitidos y abucheos que recibió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el desfile del 12 de octubre, no es el único ruido al que tiene que hacer frente en estas últimas horas. En su vuelta al Congreso de los Diputados para a anunciar un nuevo plan de medidas con el fin de rebajar la factura energética, Sánchez ha tenido que enfrentarse a los reproches de sus socios, que advierten de que no se lo van a poner fácil de cara a apobar los Presupuestos Generales del Estado y acabar sin sobresaltos la legislatura.
Su socio dentro del propio Gobierno, Unidas Podemos, aprieta con la vivienda, y ahora anuncia nuevas propuestas para intervenir el mercado, en concreto para topar las hipotecas variables y congelar los contratos de alquiler, que pueden poner en un brete al PSOE, tal y como ha anunciado el portavoz Pablo Echenique.
Pese a que el apoyo morado a los PGE se da por hecho, desde la formación de Ione Belarra han endurecido el tono con el presidente, advirtiéndole de que “las medidas que nos dicen que son bolivarianas luego las acaba asumiendo”.
Mucho más duro aún ha sido el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que ha advertido a Sánchez que “no podrá negociar los PGE si sigue la represión”. ERC, que tiene el gobierno de Pere Aragonès colgando de un hilo, no ha rebajado por ello el tono con Sánchez, insistiéndole en que “aún hay personas exiladas y perseguidas”, que los Presupuestos “son los más militaristas” o “rácanos con Cataluña”, por lo que tendrá que sentarse a una dura negociación con ellos.
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, este jueves en el Pleno del Congreso.
El PNV directamente ha puesto encima de la mesa la posibilidad de pedir la devolución del PGE y una enmienda a la totalidad, advirtiendo a Sánchez de que se deje de “un riesgo innecesario de choques dialécticos con aquellos con quienes quiere pactar” y se ponga a negociar. El otro grupo vasco, los radicales de Bildu, ha apretado al presidente del Gobierno contra los empresarios o el régimen del 78.
El líder de Más País, Íñigo Errejón, también ha deslizado al presidente del Gobierno una advertencia, que “no caiga en la tentación de querer dar la legislatura por amortizada”, y que “llegue a las últimas consecuencias con intervención de precios”.
En definitiva, tras el abucheo de la calle, a Pedro Sánchez le ha tocado 24 horas después el abucheo del Congreso, y lo curioso es que muchos de esos chorreos proceden de sus socios habituales de la coalición Frankenstein que el presidente necesita para aprobar sus Presupuestos. Se viene una dura negociación dónde veremos hasta dónde cede Sánchez para sortear la soledad actual y salvar los PGE.
