"O sale ya, o no sale": así va la cuenta atrás para sacar al CGPJ del atolladero

“O sale ya, o no sale”, con esta frase resumen fuentes del PP a ESdiario el estado de la negociación con el PSOE para desbloquear de una vez la renovación del Consejo General del Poder Judicial, un asunto que lleva arrastrándose casi cuatro años y que, con la dimisión de Carlos Lesmes y la visita del comisario de Justicia de la Unión Europea, Didier Reynders, para abordar la situación, ha llegado ya al límite.

Las conversaciones entre la Moncloa y la calle Génova avanzan "a buen ritmo" desde que Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo decidieran romper sus varios meses sin hablarse y reunirse en la sede del Gobierno para abordar este tema. El hecho de que el tono de Sánchez fuera bastante menos duro con Feijóo en el último debate del Senado es interpretado por muchos como que hay interés en que la negociación llegue a buen puerto.

La portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, señalaba que las negociaciones avanzan "razonablemente bien" aunque ha pedido “discreción y prudencia”, unas conversaciones que capitanean el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, por el lado del Gobierno, y el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, como responsable de los populares.

Sin embargo, para cerrar el acuerdo ya desde la dirección del PP ven varios escollos o temores. Uno es sobre los nombres a proponer como nuevos vocales del CGPJ. El deseo de Feijóo es que sean nombres por ambas partes lo más "técnicos" y "neutrales posibles", evitando los perfiles más políticos.

Existe además el temor de que Pedro Sánchez ceda alguno de los nombres a proponer a los independentistas como guiño a sus socios, a lo que se suma la presión de Unidas Podemos, que reclama al menos dos nombres dentro la cuota del Gobierno, uno de los cuales sería María Victoria Rosell, actual delegada del Gobierno contra la Violencia de Género y un perfil marcadamente político.

Podemos 'sabotea' a Bolaños

Yolanda Díaz ha añadido más leña a la hoguera este miércoles recordando al PSOE que su acuerdo de Gobierno de coalición contempla plazas del CGPJ para Unidas Podemos y se ha mostrado “convencida” de que así será, mientras otros ministros podemitas como Irene Montero han subido una foto con Victoria Rosell en señal de apoyo a su candidatura al CGPJ.

El otro escollo que frena a Génova es el procedimiento de elección. La idea del PP, como así ha expresado varias veces Feijóo y su equipo, es acordar que en un futuro el CGPJ no se renueve por el Congreso sino por un sistema de elección de los propios jueces, “para que los jueces elijan a los jueces y no los políticos a los jueces”, pero desde Moncloa no hay interés en cambiar el procedimiento una vez se alcance un acuerdo.

Aceptar revisar el mecanismo en un futuro desatascaría la situación, y mientras el tiempo apremia en un “ahora o nunca”.