El último desembolso de la DGT que busca mantener el control en las carreteras
La Dirección General de Tráfico destinará 610.000 euros para la compra de 70 nuevos radares móviles para la Guardia Civil.
La Dirección General de Tráfico (DGT) sigue aumentando su dotación de radares de vigilancia de la velocidad en las carreteras españolas. Apenas unas pocas semanas después de asegurarse 270 nuevos cinemómetros fijos, ahora también aumenta su dotación de equipos móviles para la Guardia Civil de Tráfico.
En este caso se trata de 70 nuevos radares móviles que operará la Agrupación de Tráfico de la Benemérita en una operación que supondrá un desembolso de 610.678,25 euros para las arcas públicas. Este montante se suma a los 14,5 millones de euros que costaron los radares fijos antes mencionados. En total, la DGT tiene operativos más de 1.300 equipos de control de velocidad por el territorio nacional.
La justificación para esta nueva inversión es, una vez más, la mejora de la seguridad vial que se conseguirá con el aumento del control de la velocidad excesiva en nuestras carreteras. Así aparece en la Memoria Justificativa, el documento que avala la adquisición de los nuevos radares.
La velocidad, como refleja el Ministerio del Interior, "es uno de los componentes que mayor presencia tiene en la accidentalidad". Además, agrava las consecuencias de los siniestros y es por ello por lo que el Estado quiere dotar a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de cinemómetros láser portátiles que "sirvan de complemento a los utilizados en la actualidad para ejercer la vigilancia que le compete en materia de velocidad de la red viaria de la forma más efectiva posible".
La trampa que prepara la DGT con los radares
Hasta la fecha, las señales de tráfico marcaban la velocidad máxima a la que debían ir los coches por carretera, mientras que los clásicos radares, tanto fijos como móviles, se encargaban de sancionar a quienes se saltaran dichos límites. Todo ello, bien señalizado porque la intención de la DGT se presumía que era proteger las vidas de los ciudadanos.
Todo eso parece que está cambiado, ya que ahora la Dirección General de Tráfico está probando un nuevo sistema recaudatorio en Navarra, que pronto se extenderá por otras CCAA: colocar otro radar 2 kilómetros después.
La intención no es otra que la de cazar a esos conductores que, tras pasar el radar visible, aceleran para recuperar la marcha que quizá llevaban antes, consiguiendo así sorprender a los más veloces en la carretera.