Pons saca a la luz las mentiras de Sánchez y funde a Llop, Marlaska y Robles
El vicesecretario de Institucional del PP era el encargado de negociar con el PSOE el CGPJ y ahora ha contado todos los detalles de cómo el pacto saltó por los aires.
"Esta negociación ha dado la razón a quienes creen que Sánchez miente". Con esta frase ha resumido Esteban González Pons lo ocurrido en torno a la renovación de los vocales del Consejo General del Poder Judicial. El vicesecretario de Institucional del PP ha revelado los entresijos de las negociaciones que saltaron por los aires una vez que pudieron constatar que "teníamos un interlocutor dividido, como mínimo, en tres partes y que no era libre porque mantenía a la vez una negociación con nosotros y con Esquerra Republicana".
Según ha relatado, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya habían pactado, en la reunión que celebraron en Moncloa el pasado 10 de octubre, dejar fuera el delito de sedición de su negociación del Poder Judicial y que no habría magistrados "afines a ERC" en el Tribunal Constitucional, pero ha añadido otro detalle que señala directamente a Pilar Llop, Fernando Grande Marlaska y Margarita Robles pues estaban en contra del acuerdo que les impedía volver a la judicatura.
Así, pese a que González Pons ha negado tal extremo pues "no estaba cerrada" porque, según ha subrayado, quedaba el "tema principal", que es un nuevo sistema de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
En una entrevista en Onda Cero, González Pons ha explicado que "el abaratamiento de las penas" por el delito de sedición y la posibilidad de que entrasen "magistrados afines a ERC" en el Tribunal Constitucional estuvo "desde el principio". "De esto se trató en la primera reunión que tuvieron Sánchez y Feijóo en Moncloa, a la que asistimos también Bolaños y yo. Y se pactó que no se tocaría el tema de la sedición", ha manifestado el dirigente del PP, que ha sido el negociador por parte de los 'populares'.
Además, ha indicado que se acordó en la última reunión, en un "clima de buena sintonía", que el presidente del Gobierno comunicaría al líder del PP "quienes iban a ser los candidatos del Gobierno para el TC" con el fin de que el primer partido de la oposición "pudiera comprobar que no entraba ningún afín a ERC".
Sánchez jugaba "a dos barajas"
Sin embargo, ha admitido que las cosas empezaron a "complicarse" cuando se informó en los medios de que "se acercaba la reforma del delito de sedición" y mucho más cuando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lo confirmó en la tribuna del Congreso de los Diputados, aunque luego tuvo que matizar.
Fue entonces, cuando el PP tuvo constancia del engaño de Sánchez pues, según González Pons, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, les había trasladado tanto "por palabra como por escrito" que lo relativo a la reforma penal "no era noticia" sino "periodismo de autor", pero luego Pedro Sánchez confirmó "lo contrario" a Feijóo.
Pons ha afirmado que el Gobierno de Pedro Sánchez estaba "jugando a dos barajas" y le han "obligado a elegir" entre ERC y los constiticionalistas. A su entender, "no puede estar con los dos a la vez" y "el problema es que ha vuelto a elegir a ERC". Además, ha indicado que el Gobierno "sabía cuál era su condición" y el PP "no ha engañado".
Además, González Pons también ha desvelado la "inquietud" de los ministros jueces que forman parte del Gobierno (Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska y Pilar Llop) una vez que la reforma acordada para despolitizar la Justicia trataba de impedir que un juez que se metiera en política volviera a la judicatura después de dos años.
Así, ha indicado que, desde el martes, al conocer los requisitos acordados, los ministros jueces "discrepaban que ese compromiso se les aplicase personalmente a ellos", por lo que "hubo una oposición" a que ese pacto "fructificase".
En cualquier caso, y pese a la suspensión de las negociaciones el pasado jueves, ha dicho que el PP "sigue abierto, si el Gobierno vuelve al constitucionalismo", pero eso sí, el acuerdo "tiene que ser un todo y no solo puede ser una parte".