La izquierda saca su 'artillería sanitaria' para intentar derrocar a Ayuso

Bajo el mantra 'Madrid se levanta por la sanidad pública', cuatro manifestaciones han echado a andar por el centro de la capital, al unísono, cuando el reloj marcaba las 12.00 horas. Las cuatro marchas se dirigían hacia Cibeles, epicentro elegido para protestar contra la gestión en materia de sanidad de Isabel Díaz Ayuso, todos ellos alentados por la izquierda madrileña.

"Estamos viendo aquí a la sociedad civil organizada para decirle a Ayuso que la sanidad no se toca, no se desguaza para vendérsela al peor postor, no se vende, es el patrimonio y la identidad de todos", ha señalado Mónica García, líder de la oposición a los medios de comunicación.

Mónica García ha subrayado que la presidenta tiene dos opciones, que pasan por "retratarse, pedir perdón y cesar el consejero" o "irse ella". "Que tengamos la peor inversión en Sanidad del resto de comunidades autónomas es una decisión de Ayuso", ha resaltado.

De fondo, un contexto convulso en lo que atañe a los sanitarios madrileños, aunque la manifestación haya sido una reunión para aplaudir a Mónica García. Se mantiene la huelga indefinida convocada a partir del día 21 de noviembre para 4.240 médicos de familia y 720 pediatras de Atención Primaria, que se sumaría a la ya existente, desde el 7 de noviembre, efectuada por más de 200 facultativos de los antiguos Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP) y Servicios de Atención Rural (SAR).

Uno de los puntos más controvertidos dentro de la reorganización del modelo de atención de las Urgencias Extrahospitalarias que plantea el área de Escudero es que 49 centros tendrían equipo completo (médico, enfermera y celador), mientras 29 quedarían únicamente con enfermería y videollamada médica, sin facultativo presencial.

Una solución que los cinco sindicatos con representación en la Mesa Sectorial de Sanidad (CC.OO., UGT, CSIT Unión Profesional, Satse y Amyts) han rechazado y, en concreto, Amyts, sindicato ‘amigo’ de la líder de Más Madrid, Mónica García, ha calificado como "falta de respeto".

Doble vara de medir de los sindicatos

El sindicato AMYTS, el mismo que ha convocado la huelga y en el que está detrás Mónica García que tiene como objetivo paralizar la sanidad pública madrileña, ofrece a sus afiliados descuentos y ventajas en seguros de salud privados.

Todo ello choca con lo que realmente hace en su propia página web dicho sindicato. Y es que, para obtener más cuotas de afiliados con los que sostener económicamente la asociación sindical, AMYTS “vende” a los profesionales sanitarios una serie de ventajas, como por ejemplo la posibilidad de desgravarse la cuota en la declaración de la renta, o asesoría sindical personalizada.

Entre otras ventajas, AMYTS recoge, de forma aparentemente contradictoria, que si una persona se afilia a su sindicato, podría obtener, además, ventajas y descuentos en la contratación de un seguro de salud privado. Es decir, el sindicato que boicotea la sanidad pública, promociona ventajas sobre seguros privados.

Paralelismo con 2020

La falta de médicos no solo es consustancial a Madrid. Es un problema que hay en toda España pero, aun así, la comunidad madrileña es de las que mejor está en ese apartado. El terror en la izquierda es que aprecian en la nueva acometida de Sánchez contra Ayuso un paralelismo de lo que sucedió a partir del último trimestre de 2020, una estrategia que no salió nada bien a la izquierda.

Ayuso optó en ese momento por disolver la Asamblea de Madrid para convocar elecciones el 4 de mayo de 2021, debido a la posibilidad de que el PSOE y Ciudadanos pudieran expulsarla.El resultado no fue otro que el PP pasó de 30 escaños a 65, sumó más diputados que toda la izquierda, se llevó por delante, políticamente hablando, a Pablo Iglesias y sumió en una profunda depresión al PSOE.