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Los 6 ministros purgados por Sánchez enchufados después con sueldazo y escándalo

El caso del ex ministro de Justicia Juan Carlos Campo como magistrado del Constitucional no es el único. Otros ministros ‘fracasados’ fueron recolocados tras sus servicios al sanchismo

Los ex ministros Juan Carlos Campo, Isabel Celáa, Carmen Montón y Magdalena Valerio

Publicado por
Enrique Martínez

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El ex ministro de Justicia del Gobierno de Pedro Sánchez, Juan Carlos Campo, ha sido nombrado magistrado para el Tribunal Constitucional, una maniobra en la que muchos han visto un pago de favores por los servicios prestados cuando Juan Carlos Campo era ministro de Justicia.


Un caso de puertas giratorias dentro del sanchismo que no es el único. Muchos ex ministros que no hicieron carrera en el Gobierno fueron recompensados con puestos en otros estamentos tras su salida.

Montón, de plagiadora a embajadora

Es por ejemplo es caso de Carmen Montón, la primera ministra de Sanidad de Pedro Sánchez, tomada del gobierno de Ximo Puig, y que tuvo que dejar su cargo de forma sorpresiva tras el escándalo de los másters que salpicaba al propio Sánchez.

Los ministros que a Sánchez no le han servido por su incapacidad, sus escándalos o su escaso perfil, han servido después para las instituciones. Eso sí, a costa del erario público.

Montón dimitió tras ser acusada de plagiar el trabajo de un máster, pero fue una dimisión con recompensa: ahora es embajadora observadora permanente del Reino de España ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde por cierto cobra más que de ministra.

Celaá, del caos educativo a la Santa Sede

Otro caso sonado es el de la ex ministra de Educación, Isabel Celáa, que da nombre a la famosa reforma educativa del Gobierno de Sánchez.

Sin embargo, pese a que su nombre se hiciera famoso entre la veintena de ministros, Celáa no siguió teniendo la confianza de Sánchez para un ministerio ni siquiera para la portavocía de Moncloa, pero fue premiada con una de las joyas de la corona de la diplomacia española, la embajada ante el Vaticano.


La exministra de Educación y exportavoz del Gobierno, achicharrada en la primera etapa del sanchismo, ha encontrado insólito acomodo en la Santa Sede.


Valerio: inusual dedazo al Consejo de Estado

Magdalena Valerio fue la primera ministra de Trabajo de Pedro Sánchez tras la moción de censura, pero no continuó en el Gobierno tras el acuerdo con Unidas Podemos.

¿Que une a Montón, Valerio, Celaá, Uribes, Delgado y Campo? No servían para el Gobierno pero, según Sánchez, si sirven para instituciones o entidades claves del Estado

Valerio no tuvo problema para seguir cobrando de lo público, pues fue recolocada en el Consejo de Estado donde ahora es su presidenta.

Uribes: sin huella y al retiro dorado de UNESCO

José Manuel Rodríguez Uribes ejerció como ministro de Cultura de Pedro Sánchez hasta la llegada de Miquel Iceta y la recolocación en el Gobierno que hicieron del catalán. Uribes no se fue de vacío tras su paso por el Gobierno, sino que fue nombrado embajador delegado permanente de España en la Unesco, un cargo en el que cobrar bien y pasar desapercibido. Otra embajada de las más codiciadas entre los diplomáticos de carrera.

Delgado: el salto motal de "juez a parte"

Dolores Delgado es quizá el caso más simbólico y paradigmático de falta de división entre el poder ejecutivo y judicial y de las maneras del presidente a la hora de entender el manejo de lo público. Y de su falta de complejos para recolocar a un miembro del gobierno.

Tras ser ministra de Justicia, Sánchez la nombra fiscal general del estado pese a las múltiples críticas de la evidente imparcialidad. Un caso parecido al de Juan Carlos Campo que ahora aterriza con gran escándalo general en el Tribunal Constitucional