Moncloa ignoró una “carta bomba” dirigida a Sánchez evitando informar a la AN

Nueva polémica entorno a la seguridad en Moncloa: el Ministerio del Interior ha confirmado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, han recibido paquetes con artefactos pirotécnicos e incendiarios en su interior. Así lo ha señalado el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, quien ha comparecido este jueves ante los medios de comunicación para detallar los cinco paquetes “bomba” enviados estas últimas 24 horas a diferentes instalaciones públicas y privadas.

A estos, hay que añadir un sexto paquete con material pirotécnico de "características similares" a los neutralizados en la última semana, que ha sido recibido en la Embajada de EEUU en Madrid. En concreto, ha sido interceptado sobre las 12.30 horas en el filtro de seguridad de la legación y se ha activado el protocolo policial pertinente.

El secretario de Estado ha confirmado, además, que Moncloa recibió el 24 de noviembre, es decir, el jueves de la semana pasada, un paquete con material incendiario en su interior destinado al presidente del Gobierno y que, pese a la peligrosidad e importancia del mismo, desde los servicios de seguridad se ignoró dicho paquete decidiendo no informar del mismo a la Audiencia Nacional.

Según ha informado Pérez, solo se ha puesto en conocimiento de la Audiencia Nacional este paquete “bomba” dirigido al presidente del Gobierno cuando lo han podido relacionar con el resto de paquetes que en las últimas horas han ido llegando al Ministerio de Defensa, a la embajada de Ucrania en España, a la base de Torrejón de Ardoz y a una empresa armamentística de Zaragoza.

“Se practicaron las diligencias necesarias, (…) pero fue ayer cuando empezó el procedimiento judicial. Fueron los hechos de este miércoles los que provocaron que se ponga en conocimiento de la Audiencia Nacional el paquete recibido el día 24”. Es decir, que si no hubieran existido los acontecimientos de este miércoles con el resto de “paquetes bomba”, Moncloa no habría denunciado ese sobre contra Sánchez a la Audiencia Nacional.

“De momento, la única información es que la sustancia utilizada en el sobre interceptado al presidente es de un ingrediente similar a los que se utilizan en materia de pirotecnia. (…) La policía tiene abierta unas pruebas y diligencias que ya están a disposición de la Audiencia Nacional”, ha matizado el secretario de Estado.

Desde el Gobierno aseguran que la situación está controlada y lanzan un mensaje de “calma”, asegurando que se está reduciendo al mínimo la amenaza que pueda suponer este envío de paquetes. En cualquier caso, el secretario de Estado ha evitado responder si ya se han recibido en otras ocasiones desde presidencia del Gobierno algún otro paquete bomba o con parecidas características a la de estos últimos paquetes.

En total, Pérez ha confirmado la existencia de cinco sobres: uno que llegó el pasado 24 de noviembre a Presidencia del Gobierno dirigido al presidente, Pedro Sánchez; el que ayer deflagró en la embajada de Ucrania en Madrid y que estaba dirigido al embajador, Sergei Pohoreltsev; el enviado a la empresa Instalaza en Zaragoza; el detectado esta madrugada en la base aérea de Torrejón con destino al Centro de Satélites de la Unión Europea; y un quinto enviado al Ministerio de Defensa a la atención de la ministra, Margarita Robles. A estos, hay que añadir el recibido en la embajada estadounidense, que se ha registrado después de la comparecencia.

Desde este momento, será el juez de la Audiencia Nacional (AN) José Luis Calama el que investigue como terrorismo el caso. Fuentes jurídicas han confirmado a Europa Press que el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 4 acumulará estos nuevos casos a la causa que abrió este miércoles a raíz del sobre explosivo que hirió a un trabajador de la legación diplomática ucraniana.

Con todo, el juez está a la espera de recibir este mismo jueves de manos de la Policía Nacional una serie de informes preliminares en los que se incluirán detalles sobre la correspondencia sospechosa.