La descentralización de Sánchez acaba con récord de cabreados y guerra de taifas

La elección de las sedes de la Agencia Espacial Española y la Agencia de Inteligencia Artificial, el primer experimento de la tan anunciada descentralización de Pedro Sánchez de llevar sedes de organismos del Gobierno fuera de Madrid, ha acabado con más detractores e indignados que gente satisfecha, y en una ola de reproches hacia el Ejecutivo de la que no se nadie ha querido quedarse al margen: desde sus socios, a barones socialistas y presidentes del PP.

El Consejo de Ministros ha aprobado y hecho público que la Agencia Espacial Española y la Agencia de Inteligencia Artificial tendrán su sede respectivamente en las ciudades de Sevilla y La Coruña, frente a otras candidaturas del resto de la geografía española. Rápidamente a nadie se le ha escapado que ambas ciudades las gobierna el PSOE y que en unos meses se juega seguir en el poder en ambos bastiones.

Pero el principal reproche no ha venido por el color político de las elegidas, sino porque los no escogidos se sienten desacreditados, especialmente aquellos procedentes de comunidades autónomas del mundo rural que veían en estas agencias una oportunidad para atraer inversiones a la llamada España vaciada.

Uno de los más duros en este sentido ha sido el presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, que “la política contra la despoblación queda muy desacreditada al ganar la ciudad de Sevilla, y perder la de Teruel”, ya que considera que “Teruel como sede de la Agencia Espacial era blanco y en botella” y ha amenazado al Gobierno con que “pelearemos por la vía legal”.

En el mismo sentido se han expresado socios de Pedro Sánchez como el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, que frente a lo defendido por Yolanda Díaz que ha felicitado a La Coruña, ha indicado que “situar sedes de importantes agencias estatales en grandes capitales de provincia pujantes y bien conectadas es descentralización, pero no es luchar contra la despoblación en la España vaciada ni es mejorar la cohesión territorial”.

Teruel Existe directamente ha apuntado que el Gobierno ha elegido a Sevilla y La Coruña por los intereses políticos de María Jesús Montero y Yolanda Díaz, procedentes de esas ciudades, y acusa al Gobierno de “falta de compromiso real” y “atender más a "intereses políticos que a los técnicos”.

Desde Madrid, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha acusado al Ejecutivo de Pedro Sánchez de "traicionar" a los madrileños y de "discriminación en toda regla" hacia los proyectos madrileños de Tres Cantos y Leganés. "No nos sorprende esta decisión, ya que el propio presidente del Gobierno aseguró que estaría en cualquier sitio menos en Madrid", ha indicado el vicepresidente Enrique Ossorio.

El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha subrayado que “Sánchez vuelve a castigar a Castilla y León en la elección de las nuevas sedes. El Gobierno de España convocó, marcó los criterios y finalmente ha decidido en contra de los intereses nuestros”.

Y el presidente de la Comunidad Valenciana, el socialista Ximo Puig, que ha recibido un palo de Sánchez y tenía sus esperanzas puestas en las candidaturas de Alicante y Elche, es otro barón del PSOE que queda desacreditado. Al final, la descentralización de Sánchez sólo ha provocado más guerra e indignación, salvo que vivas en Sevilla y La Coruña. Cosas de abrir ese melón.