Los jueces se movilizan para defender al TC frente al "chantaje" de Sánchez
La oleada de indignación por la enmienda improvisada por PSOE y Podemos para irrumpir en el órgano corre paralela en el CGPJ, el propio TC y las asociaciones judiciales.
Pedro Sánchez junto al presidente del TC, Pedro González Trevijano.
El órdago desafiante de PSOE y Podemos al Tribunal Constitucional, con el agravante de la puentecidad -en palabras de un magistrado a ESdiario- ha provocado un nuevo terremoto político.
Y, de nuevo, para bochorno de España en Bruselas, ha sido considerado por el Poder Judicial un autentico ataque frontal desde La Moncloa. Con palabras gruesas de denuncia sobre el "chantaje", la "amenaza" y la "injerencia". Palabras en defensa propia impropias a su vez de una democracia europea.
Vocales del CGPJ elevan el tono -con Bruselas vigilando- y denuncian directamente "una amenaza" de Sánchez
Las enmiendas introducidas este viernes por los miembros del Gobierno para cambiar el proceso de elección de los dos candidatos al Tribunal Constitucional -que compete realizar al Consejo General del Poder Judicial- ha provocado la reacción indignada de un sector del propio CGPJ que denuncia una "injerencia demoledora", un "chantaje" y hasta una "amenaza" que tiene por objetivo no tanto garantizar que el Consejo nombre a sus dos aspirantes al Alto Tribunal, como que se admita el nominado por el sector afín al PSOE: el magistrado del Tribunal Supremo José Manuel Bandrés.
Desde el ala conservadora llaman la atención sobre el hecho de que la reforma desvelada este viernes (sin consenso alguno con los "operadores jurídicos") contempla que, en lugar de que cada uno de los 18 vocales proponga y vote a dos candidatos, propongan y voten solo a uno, lo que -según explican- garantizará que los dos más votados sean los aspirantes elegidos por cada bloque, en el caso de los progresistas: Bandrés, al que apadrina la propia Moncloa.
Pleno extraordinario
Ante la gravedad de deriva del Gobierno, el bloque conservador del CGPJ se ha reunido este mismo viernes y ocho de sus diez vocales han acordado solicitar al presidente interino del Consejo, Rafael Mozo, que convoque urgentemente un Pleno extraordinario para votar a los dos candidatos del Constitucional antes de que la citada reforma quede aprobada.
La reacción tampoco se ha hecho esperar en el propio TC. Varios magistrados consideran que esta reforma supone "forzar" y genera "distorsiones" en el funcionamiento habitual. "Es poner en peligro las instituciones", resumen las fuentes consultadas.
El destrozo que Sánchez ha provocado con su asalto al Poder Judicial ha provocado además un cisma en el CGPJ al movilizar el PSOE a sus terminales en el órgano.
Las enmiendas del PSOE y Podemos que han puesto patas arriba la división de poderes.
Los llamados vocales progresistas, que apadrina el exportavoz socialista de Justicia, Álvaro Cuesta, amenazan con votar en blanco en ese Pleno extraordinario para esperar a las nuevas normas, lo que significaría exceder también el Pleno ordinario, dado que el Congreso podría aprobar la reforma la próxima semana pero el Senado necesitaría hasta final de mes.
Sánchez, este viernes presumiendo de liderazgo internacional, horas después de incendiar el Poder Judicial con su "chantaje, injerencia y amenaza".
La reacción tampoco se ha hecho esperar en el propio TC. Varios magistrados consideran igualmente que esta reforma supone "forzar" y genera "distorsiones" en el funcionamiento habitual. "Es poner en peligro las instituciones", resumen las fuentes consultadas.
"A mitad del partido"
Por su parte, la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) ha advertido sobre la intromisión de PSOE y Unidas Podemos: "Son las normas básicas del Estado de Derecho y nos las estamos saltando".
Desde la APM advierten de que "no pueden cambiarse las reglas del juego en mitad del partido y rebajar las mayorías necesarias a capricho". En este punto, han señalado que la Constitución se basa en el acuerdo y en el consenso.
Para el miembro de esta asociación, Juan José Carbonero "esto es la continuación de una guerra que esta convirtiendo al CGPJ en una escombrera". "No señalaré a nadie pero si puedo señalar a quienes somos las víctimas de esto, que somos los miembros de la carrera judicial. La situación no es halagüeña", ha zanjado. Un espectaculo bochornoso de un Gobierno al que hace ya tiempo Europa observa con lupa.