"Rebelión" contra las luces de Caballero: ruido, botellón y caos circulatorio
Los vecinos del centro de la ciudad muestran el lado oscuro de la Navidad del socialista que se empeña en ocultar; la respuesta del regidor, todas las quejas vienen del PP o del BNG
La luces de Navidad de Vigo se han convertido en uno de los reclamos turísticos más importantes de la ciudad con más población de Galicia. A pesar de la millonaria cifra que cuesta todo el alumbrado y la organización del evento navideño, unos 8 millones de euros, el alcalde, el socialista Abel Caballero, siempre ha asegurado que la ciudad recibe más de lo que da.
Pero más allá de polémicas por la actual crisis energética que ha obligado a muchos comercios a aplicar nuevas normas de ahorro de luz como apagar los escaparates a ciertas horas o limitar las calefacciones y aires acondicionados, mientras Caballero incrementa las luces LED (11 millones) de su alumbrado, al consistorio gallego le ha surgido un nuevo problema: los vecinos del centro de la ciudad han dicho basta.
Y es que las luces de Vigo son sinónimo de norias gigantes, un parque de atracciones con montaña rusa incluida y hasta un mercadillo de Navidad con alcohol y productos gastronómicos. Todo ello implica ruidos, botellones, masificaciones y un caos circulatorio que los vecinos de la zona sufren a diario, desde primera hora de la mañana hasta la 1 y media de la madrugada.
Así lo denuncia Alba Novoa, una vecina afectada que ha sido una de las personas que ha iniciado en “Change. Org” una recogida de firmas y fondos bajo el nombre “Por unas navidades dignas y felices para todos los vecinos de Vigo por igual”, con la intención de exigir al Ayuntamiento y al alcalde socialista que limite la “parafernalia” y los ruidos constantes los siete días de la semana, al menos 16 horas al día.
“Es insoportable. Afecta a la convivencia. Imagínate que tienes una noria al lado de casa y villancicos sonando todo el día”, denuncia la vecina. Otra, Sabela, enfatiza que suele ser común ver a personas haciendo botellón en las propias zonas del alumbrado, así como cortes de tráfico que imposibilitan el movimiento de vehículos desde sus plazas de garaje. “Es que estoy encerrada dos meses. Me obligan a caminar 20 minutos hasta una zona donde haya aparcamiento, con suerte”, denuncia.
Para Abel Caballero, en cambio, todas estas denuncias son irreales, fruto de un montaje contra Vigo y su persona. Denuncias falsas procedentes de, es textual, “satélite del PP y el Bloque Nacionalista”. “No van a tumbar la Navidad de Vigo”, asegura el alcalde como única respuesta a la prensa que le comenta estas denuncias. 11 millones de luces LED, millones de euros en gastos y, al parecer, cero responsabilidades del alcalde con los vecinos afectados.