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Sánchez despeja su futuro en 2024 pero convierte al PSOE en un olla a presión

El presidente allana su investidura de dentro de un año (si los números le salen). Pero algo comienza a moverse en el partido y muchos se posicionan por si hay debacle en las urnas el 28-M

Muchos en el PSOE denuncian que Sánchez va por libre. Los hechos lo demuestran.

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Lejos de priorizar la estrategia electoral del PSOE y del futuro político de sus candidatos el 28-M, en el que se juegan su nómina y su cargo público los barones, más de 20.000 concejales y el inmenso aparato de contrataciones de asesores y cargos medios que acarrea el poder local, Pedro Sánchez ha decidido despejar su propio horizonte político y personal.

Con la vista no en mayo del próximo año, sino en diciembre de 2023. Una estrategia “de tierra quemada”, según fuentes socialistas en los territorios consultadas por ESdiario. Pero en la que Moncloa está poniendo toda la carne en el asador.

Solo así se entiende, según reconocen estas mismas fuentes, que el presidente se haya embarcado en estas semanas no en rentabilizar la aprobación de los Presupuestos y volcarse en allanar el camino a los socialistas que se la juegan los primeros, sino en dejar atada su investidura en enero de 2024 con Esquerra y su barra libre en el Código Penal. A costa de dinamitar al Estado y, de paso, las espectativas electorales del PSOE en las urnas municipales y autonómicas.

En amplias capas socialistas causa estos días estupor e indignación cada uno de los pasos de Moncloa. No se entiende en estos sectores que en vez de estar hablando de datos macroeconómicos (que no son tan malos como se esperaban, alejando el fantasma de la recesión), de la moderación de los precios o de la resistencia del empleo, Sánchez haya empujado todo el debate al barrizal de la sedición, la malversación o la toma del Tribunal Constitucional.

Sánchez posturea delante de la "acrítica" cúpula del PSOE. Este lunes posando en la Ejecutiva Federal.

Asuntos estos que si bien no afectan a las cosas del comer, si tocan a la fibra “jacobina” de millones de votantes socialistas. Más aún en la España rural que acude en mayo a las urnas mayoritariamente.

Primer movimiento interno en el PSOE

Pero Sánchez parece tener prisa por despejarse el camino de la próxima investidura, como adelantó en ESdiario hace unos días Marta Gómez Montero, entre otras cosas porque es una imposición de Oriol Junqueras para seguir sosteniéndole en Moncloa un año más y -si los números dan-, otros cuatro.

De ahí que algunos históricos socialistas, como Nicolás Redondo Terreros, hayan salido este mismo lunes a exigir que Moncloa aclare que categoría política ha concedido al exvicepresidente catalán y si le considera un "preso político".

En estas últimas horas no son pocos los veteranos socialistas los que apuntan que "algo empieza a moverse en el PSOE". "De forma muy tibia y al margen de los barones que tienen miedo al 'killer'", explican a este periódico fuentes socialistas con ese apelativo textual.

Por eso, el primer paso lo han dado en estas últimas horas pesos pesados del viejo PSOE con la"vida resuelta" y sin aspiraciones de un cargo a la sombra del sanchismo. Son los que estan advirtiendo vía manifiesto que las cesiones de Sánchez van a suponer"un estímulo" a comportamientos que atenten en un futuro contra la Constitución.

Algunos apuntan a que "algo se mueve en el PSOE". De forma muy tibia. De momento, ex sin aspiraciones han lanzado un manifiesto con 'una enmienda a la totalidad' a Sánchez

Estos ex de prestigio contrastado son los primeros en ir más allá de las críticas y en exigir la retirada de la proposición de ley presentada por PSOE y Unidas Podemos y en pedir a las Cortes Generales la tipificación urgente de un delito contra la Constitución "con las penas recogidas en los códigos penales de las naciones europeas más avanzadas" para evitar un "vacío legal" que pueda dividir "aún más" la convivencia entre españoles.

Han tenido que ser los César Antonio Molina; Javier Saenz Cosculluela; Virgilio Zapatero; Julián García Vargas y José Luis Corcuera los que hagan lo que no se atreven los Page, Vara, Lambán y Puig. Estos tienen pánico al killer.