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Ander Gil dicta la ‘ley seca’ en el Senado y esconde el alcohol en la cafetería

El presidente de la Cámara Alta ha decidido que se aparten de la vista de los clientes las bebidas de alta graduación alcohólica con el objetivo de "no incitar al consumo"

El presidente del Senado, Ander Gil.

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Desde esta semana y hasta nueva orden no hay botellas de bebidas alcohólicas de alta graduación a la vista en la cafetería del Senado. Se trata de una decisión que busca “desincentivar” el consumo de alcohol en la Cámara Alta tal y como confirman a ESdiario fuentes oficiales. Tan solo el vino y la cerveza se salvan de la purga.

A partir de ahora va a ser más difícil tomar un ‘gin tonic’, un whisky o un ron en la cafetería de la Cámara Alta. Esas mismas fuentes aclaran que “no se ha prohibido” la venta, simplemente “se han quitado de la vista para no incitar el consumo”.

Y se ha hecho ahora, en estas fechas navideñas en las que precisamente en ocasiones el alcohol corre un poco más de la cuenta a costa de celebraciones y brindis. Podría pensarse que el presidente del Senado no se fía demasiado del buen juicio de los senadores y del resto de personas que tiene acceso a la cafetería de la Cámara que no está abierta al público en general.

Algunos senadores de la oposición consultados por este diario al respecto consideran que la medias es "absurda" e "infantil" porque les trata como si fueran "niños pequeños". A juicio, por ejemplo, de una senadora de Castilla y León "la prevención del consumo de alcohol es algo muy serio que hay que hacer en la infancia y la adolescencia, no con personas adultas y responsables".

Senadores en sus escaños en el Pleno de este jueves.

Otros, que ni siquiera estaban al tanto de la noticia, creen que puesto a ocuparse de cuestiones internas de este tipo, Gil debería resolver el problema del "frío en el hemiciclo" que ha obligado a algunas de sus señorías a comprarse mantas o utilizar el 'plumas' en las largas sesiones parlamentarias. Y es que el Senado sigue a pies juntillas la orden del Gobierno de no subir el termostato por encima de 19 grados y eso hace que tras horas en el escaño "nos quedemos literalmente helados".

La decisión de 'esconder' el alcohol es de ámbito interno, es decir, no ha pasado por la Mesa del Senado sino que es el propio presidente, Ander Gil, el que por decisión personal ha establecido esta ley seca que intenta moderar los hábitos de sus señorías. Hasta nueva orden, las botellas de bebidas espirituosas, como el ron, la ginebra, el vodka, el whisky, el aguardiente o cualquier otro destilado, tendrán que permanecer bajo la barra, fuera del alcance visual de los clientes aunque oficialmente no se dejarán de servir si así se solicita.

Tanto la cafetería como el comedor del Senado están gestionados por el Grupo Lezama al menos hasta 2024. Este grupo de restauración, que poseer establecimientos tan conocidos como el Café de Oriente o la Taberna del Alabardero, entre otros, ganó el año pasado el último concurso público para dar servicio de restauración en el Senado con una adjudicación de 1,15 millones de euros (IVA incluido) y una duración de tres años con dos posibles prórrogas anuales.