Sánchez y sus socios: la foto de familia que resume el plan para 4 años más
El cartel que han colgado las Nuevas Generaciones del PP en la calle Ferraz es más que una anécdota. Resume lo que busca Pedro Sánchez para los próximos 4 años. Una grave amenaza para España
El gran cartel que las Nuevas Generaciones del PP han colgado en la calle Ferraz, muy cerca de la sede del PSOE, es una llamada a no olvidarnos de lo trascendental: las alianzas de Sánchez y sus cesiones a los enemigos de España. Y lo que es peor, esa coalición frankenstein goza de estupenda salud y el presidente quiere que siga funcionando cuatro años mas. Es la única forma que tiene de retener el poder.
Es cierto que la economía, los asuntos de comer, nos preocupan y ocupan a todos. Es difícil pedirle a una familia que lo está pasando mal que preste atención a temas como la rebaja de la malversación, la derogación de la sedición, la ley del sí es sí o la polémica con el CGPJ o el TC. Pero lo cierto es que ahí está la madre del cordero.
Sánchez, hay que remarcarlo mucho, no necesitaba los votos de Bildu para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2023.
La mayoría absoluta son 176 escaños y obtuvo 186 síes. Los 5 de Bildu eran irrelevantes, pero el Gobierno se empeñó en tenerlos, los negoció y cedió cosas como sacar a la Guardia Civil de Navarra, algo que ni ETA con sus bombas había logrado. Eso que se vea, pero quién sabe qué más ha podido negociar con los herederos de ETA. Cualquier cosa es posible.
Así pues hay que preguntarse para qué quería esos votos de Bildu, por qué ese empeño. Y la respuesta es para fraguar una alianza de cara al futuro. Sánchez sabe que sus expectativas de voto van a la baja y que sus posibilidades de ser investido en que la suma de todos esos partidos de mayoría, incluido Bildu. Lo que sea por el poder.
Eso es lo trascendental. De las crisis económicas se sale, tarde o temprano, con dolor y pasándolo mal, se acaba reflotando. De una coalición entre el PSOE y los enemigos de España se sale peor porque el daño institucional, el daño sistémico que producirían en 4 años, sería difícilmente reparable.
El referéndum en Cataluña, edulcorado semánticamente bajo el nombre de consulta o algo por el estilo, es una amenaza muy real que está en el horizonte por mucho que Pedro Sánchez se empeñe en negarla. Ya sabemos cuál es su credibilidad.
Así que, ojo, ese cartel que han colgado las Nuevas Generaciones del PP en la calle Ferraz es mucho más que una chanza, es una alarma, una llamada de atención sobre lo que tenemos en el Gobierno y, lo que es peor, sobre lo que podríamos tener 4 años más si no somos capaces de que los ciudadanos vean de verdad el peligro al que nos enfrentamos.