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La "tapada" para presidir el Constitucional tuvo de "padrino" al PSOE andaluz

El pulso entre "progresistas" para encabezar el Alto Tribunal enfrenta a un hombre cercano a Zapatero y a Sánchez con una feminista próxima a Calvo y mimada por la Junta socialista.

María Luisa Balaguer, magistrada del Tribunal Constitucional

María Luisa Balaguer, magistrada del Tribunal Constitucional

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Andrea Jiménez / Yolanda Lorenzo

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Cándido Conde Pumpido o María Luisa Balaguer. De ese dúo saldrá, salvo sorpresa de última hora que nadie espera, el próximo presidente del Tribunal Constitucional para los próximos nueve años. Nadie más, en principio, tiene los apoyos suficientes en un órgano que, una vez se incorporen los nuevo cuatro magistrados, tendrá mayoría "progresista" con siete miembros frente a los cuatro "conservadores", que sería cinco de no estar de "baja" uno de ellos pero en todo caso seguirían en minoría.

Fuentes jurídicas consultadas por ESdiario aseguran que el "pulso" no está resuelto y que, si bien Pumpido goza de pleno respaldo de Pedro Sánchez y de mayor ascendencia en su "bloque", Balaguer puede acabar imponiéndose gracias al respaldo de los vocales moderados, que podrían considerarla un "mal menor" frente al candidato más político, antiguo Fiscal General del Estado con Zapatero y casi "militante" en la causa del PSOE.

El elegido lo será por tres años, renovables solo una vez por un periodo similar, y estará al frente del tribunal que tendrá que decidir sobre las leyes más polémicas del Gobierno -desde la eutanasia al aborto- y, si llega ese momento, sobre las reformas constitucionales que con ese nombre u otro previsiblemente intentará imponerle el independentismo a Pedro Sánchez en el tramo final de esta legislatura o, si revalida en La Moncloa con los mismos socios, en la siguiente.

¿Pero es moderada Balaguer de verdad o esa etiqueta surge solo en comparación con Pumpido, tan partidista como sus futuros compañeros, el exministro Juan Carlos Campo y la asesora Laura Díaz, ambos colaboradores estrechos del presidente del Gobierno, algo nunca visto?

La carrera de la magistrada, catedrática de Derecho Constitucional, republicana confesa pero defensora de la Corona, da algunas pistas al respecto. Aunque nunca se dedicó formalmente a la política, sí tuvo fuertes vinculaciones políticas, y tal vez en uno de los lugares más controvertidos de la política española durante décadas: Andalucía.

Fuentes políticas de la Comunidad recuerdan a este periódico que la estrecha relación de la magistrada llegó hasta el punto de que el PSOE andaluz la propuso, a principios de 2017 con Susana Díaz al frente de la Junta y a punto de intentar lograr el liderazgo nacional del partido, como miembro del Tribunal Constitucional que ahora quizá presida. En febrero de ese año, la profesora de la Universidad de Málaga se incorporó al órgano.

Su promoción por parte del PSOE andaluz culminó ahí, pero comenzó mucho antes y, desde 1999, fue mimada de algún modo por la Administración presidida primero por Manuel Chaves, después por José Antonio Griñán y por último por Díaz, la única de los tres que ha quedado al margen, jurídicamente al menos, de la ristra de condenas provocada por la trama de los ERE.


Conde Pumpido, en 2020, secundando a Dolores Delegado como Fiscal General del Estado


Porque antes de estrenar el siglo XXI, Balaguer ya era una activa colaboradora del Gobierno andaluz, que soportó un proyecto del que ella era Directora Técnica: una publicación, llamada "Artículo 14. Una perspectiva de género", patrocinada por la Junta y muy centrada en una de las banderas ideológicas de Balaguer, el feminismo.

La revista, editada y financiada por el Instituto Andaluz de la Mujer, se centró en la defensa jurídica de las leyes de toda índole más orientadas a respaldar las reformas más feministas, y fue dirigida por Balaguer a la vez en que, al menos durante un tiempo, pertenecía al Consejo Consultivo de Andalucía y organizaba congresos para ella en, al menos, dos ocasiones.


Su vinculación al PSOE, pues, es casi tan evidente como la de Conde Pumpido, aunque más desconocida para el gran público y de formas más moderadas. Experta en igualdad y violencia de género, sus opiniones parecen muy contrarias a las que, en ese ámbito, encarna Podemos y "traga" el conjunto del Gobierno en cuestiones tan polémicas como la Ley Trans.

Contra la "Ley Trans"

A ese respecto, unas afirmaciones suyas contenidas en su libro "El feminismo del Siglo XXI", pronostican tensiones con el ala de Irene Montero y la sitúan en la "trinchera" de Carmen Calvo y el feminismo socialista clásico, muy contrario a la autodeterminación de género ya aprobada por Sánchez que le permitirá a cualquier hombre convertirse en mujer acudiendo simplemente al Registro Civil.

"Debe quedar claro que cuando se habla de mujeres se habla de un sujeto histórico de determinación biológica, más allá de cualquier sentimiento que pueda tener un hombre biológico, e incluso una mujer. Por así decirlo, ser mujer es un hecho, y sentirse mujer es una situación de la que se pueden derivar determinadas libertades y derechos, pero no es posible alterar la naturaleza".

Son palabras suyas. Quizá de la nueva presidenta del TC, aunque para eso deberá lograr la mayoría absoluta en una votación secreta, si es en primera vuelta, o una simple en la segunda. Si nadie consigue uno de esos resultados, el sustituto de Trevijano será el magistrado de mayor antigüedad. Todo se dirimirá en breve. Pero sus efectos durarán años.

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