Montero cierra el año con 133 agresores beneficiados y 49 víctimas mortales

La ministra de Igualdad, Irene Montero, tiene una cifra negra de balance de fin de año: 133, que es el número de los agresores sexuales que al menos se han beneficiado de las rebajas de penas por la aplicación de la ley de sólo sí es sí. Un balance negativo de una ley que precisamente buscaba lo contrario, disuadir las agresiones, y que ha dejado a la ministra tocada con la parte socialista del Gobierno pidiendo una modificación de la norma.

De estos 133 agresores sexuales beneficiados, un total de 17 personas han sido excarceladas desde el 7 de octubre, cuando entró en vigor la reforma del Código Penal por la Ley Orgánica de Garantía Integral de Libertad Sexual. Las últimas 3 rebajas de penas han trascendido esta semana y se han producido en Asturias.

Según los datos recabados hasta ahora, por comunidades autónomas las rebajas de penas suponen 20 casos en Madrid, 18 en Galicia, 17 en Andalucía, 15 en la Comunidad Valenciana, 12 en Castilla y León, 9 en Canarias, 8 en País Vasco, 7 en Asturias, 7 en Extremadura, 5 en Cantabria, 4 en Cataluña, 4 en el Tribunal Supremo, 2 en Baleares, 2 en Murcia, 1 en Castilla-La Mancha, 1 en Navarra y 1 en La Rioja.

Esta situación ha llevado a varios ministros del PSOE a abrir la puerta a la posibilidad de cambiar aspectos de la ley del sólo sí es sí, cuestionando la labor de Irene Montero, mientras los podemitas cierran filas con la ministra de Igualdad y no aceptan críticas ni posibles modificaciones. La última que cuestionó a Irene Montero, la ministra de Defensa, Margarita Robles, hace dos días, tuvo que salir a matizar sus palabras. Pero por mucho que los socialistas maticen para vender que todo va bien, la imagen de Irene Montero está tocada dentro del Ejecutivo.

Récord de víctimas de violencia de género

A esto se suma las cifras de violencia de género, que con varios casos este mes de diciembre, va a cerrar un año 2022 en el que 49 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas según datos del propio Gobierno, una cifra superior a años anteriores pese a la enorme inversión y dinero que cuesta el ministerio de Igualdad, y que pone en cuestión la efectividad de las políticas de Irene Montero, más centradas en la propaganda -con sus anuncios en los que ataca a los hombres o a presentadores de televisión- que en medidas efectivas de protección de las víctimas.

Dos datos, las cifras de violencia de género y la de agresores sexuales beneficiados por la ley del sólo sí es sí, que dejan a Irene Montero con un balance negro de este año 2022 y con sus políticas cuestionadas ante la opinión pública e incluso dentro del Gobierno de Pedro Sánchez por mucho que los ministros socialistas sean llamados a cerrar filas y rebajar sus opiniones.