El mundo de la política se despide de Nicolás Redondo: "Fue un referente"
En su último adiós todos lo destacan como una de las figuras más importantes del sindicalismo español por su defensa de los derechos de los trabajadores y su papel durante la transición.
Nicolás Redondo, secretario general de UGT entre 1976 y 1994
Nicolás Redondo Urbieta pasará a la historia por ser, junto al líder de Comisiones Obreras Marcelino Camacho, uno de los principales pilares del sindicalismo en nuestro país. Una labor y un legado que ahora, tras su fallecimiento hoy a los 95 años, reconocen y ensalzan desde la clase política de nuestro país.
En la mayoría de los mensajes se destaca su valentía a la hora de luchar por los derechos de los trabajadores en la etapa de la transición, consiguiendo importantes avances para la clase obrera.
El que fuera casi 20 años secretario general de UGT también será recordado por sus desacuerdos con el Gobierno de Felipe González, llegando a convocar, junto a otros sindicatos, tres huelgas generales y rechazando las reformas laborales de 1982, 1984 y 1988 del ejecutivo socialista.
Nacido en Baracaldo (Vizcaya) en 1927 y obrero metalúrgico de profesión, Nicolás Redondo se afilió al PSOE y a la UGT en 1945 y comenzó una vida de protesta antifranquista, que le llevó a diferentes prisiones hasta en seis ocasiones. El 18 de abril de 1976 fue elegido secretario general de la UGT en el 30 Congreso de la central sindical socialista. Dos años antes había renunciado a liderar el PSOE en el congreso de Suresnes del que salió victorioso Felipe González.
El 10 de abril de 1994, cuando su hijo Nicolás Redondo Terreros lideraba el PSE-EE, en el 36 Congreso, dejó paso a Cándido Méndez como secretario general de la UGT y se retiró de toda actividad política y sindical.
La capilla ardiente del ex secretario general de UGT se abrirá este miércoles desde las 14.00 horas en el salón de actos de la sede confederal de UGT. Será enterrado mañana jueves en el cementerio civil de Madrid, en La Almudena.