Génova se marca como prioritario revertir su ‘invierno electoral’ en Cataluña
La dirección popular ve en las municipales de mayo la oportunidad de mostrar el despertar de la marca PP en Cataluña, donde los sondeos le dan amplias posibilidades de crecimiento
Feijóo con el candidato a la alcaldía de Barcelona, Daniel Sirera
El PP de Cataluña ha vivido en los últimos años momentos que lo han dejado en la UVI a nivel electoral, con sólo tres escaños en el Parlament y prácticamente sin concejales en Cataluña, más allá del caso paradigmático de Badalona, donde el tirón de Xavier García Albiol es una marca en sí mismo.
Desde hace diez años, la sangría del PP catalán no cesa, en parte ahogado por el empuje que tuvo el voto útil de Ciudadanos y en las últimas elecciones autonómicas, la fuerte irrupción de Vox. Sin embargo, parece que esta travesía por el desierto ha llegado a su fin y desde la dirección del PP se marcan como objetivo el resurgir de la marca en Cataluña con una primera parada: las elecciones municipales del próximo 28 de mayo.
La implosión de Ciudadanos, con su lucha interna mientras el partido se disuelve como un azucarillo, y el empuje en las encuestas desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la calle Génova, están provocando el crecimiento en los sondeos del PP de Cataluña, donde el Centro de Estudios de Opinión de Cataluña, el CIS catalán, otorga a los populares entre 11 y 16 escaños, lo que supone multiplicar por cinco su presencia actual y ser la cuarta fuerza política tras los independentistas y el PSC.
Daniel Sirera, el elegido
El próximo mes de mayo en Cataluña no hay elecciones autonómicas, pero las municipales servirán de termómetro. Para ello, la dirección de Feijóo ha confiado en un histórico de la casa, Daniel Sirera -ex presidente del PP catalán- para ser el candidato en la batalla de la alcaldía de Barcelona.
Hace cuatro años, con el outsider Josep Bou, el PP sacó dos concejales y el 5% de los votos por los pelos, un margen preocupante que casi deja a los populares fuera del Ayuntamiento de la segunda ciudad de España. Ahora, el PP espera atraer voto que en su día se fue a Ciudadanos y a la candidatura de Manuel Valls. Desde Génova incluso se defendió una candidatura conjunta con otras fuerzas, como Cs o Valents, pero al final cada uno irá con su marca, con el PP con el objetivo de ser la fuerza de centro que recoja el voto no nacionalista en Barcelona.
Desde Génova además se hacen gestos a Cataluña defendiendo un “autonomismo amable” que sea respetuoso con las diferentes lenguas y hechos diferenciales de España, y esperan recoger los frutos en los próximos meses, primero con las municipales de mayo, y después con las posibles generales de diciembre, donde el PP aspira a ser una fuerza determinante en Cataluña y no residual.