Conde-Pumpido, el jurista dispuesto a mancharse la toga con el "barro" del PSOE
La llegada del experimentado jurista gallego al frente del TC genera recelos entre muchos de sus compañeros. Porque su papel en el zapaterismo hace temer lo peor ahora con el independentismo
"Pumpido cierra el círculo entre el zapaterismo y el sanchismo". La sentencia de un veterano exmagistrado del Tribunal Supremo a ESdiario refleja a la perfección el sentir de buena parte de la Judicatura ante la elección del veterano jurista progresista al frente del Constitucional.
Nadie en ese sector cuestiona la experiencia y los conocimientos del jurista gallego, otra cosa es lo que se piensa de su extremada "docilidad" con las instrucciones del PSOE. Su papel en la negociación del gobierno de Zapatero con ETA es el que levanta suspicacias, más aún con las negociaciones actuales entre Pedro Sánchez y Esquerra.
De su mandato como fiscal general con Zapatero se recuerdan, entre otras, la ya famosa frase que pronunció durante una tregua de ETA y la negociación del Gobierno con la banda terrorista de que había que "mancharse las togas con el polvo del camino"
Conde-Pumpido, cabe recordarlo, fue fiscal general del Estado con el Gobierno de Zapatero, se opuso -durante su etapa en el Tribunal Supremo- a la imputación del expresidente del Gobierno Felipe González por el caso GAL y se mostró -ya como magistrado del TC- en contra de considerar inconstitucionales varios apartados del estado de alarma que dictó el Ejecutivo de Pedro Sánchez por la pandemia del coronavirus.
Pumpido (La Coruña, 1949) pertenece a una larga familia de juristas. Fue fiscal general del Estado entre 2004 y 2011, a propuesta del Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Es quien más tiempo ha ostentado este cargo.
En esos siete años que estuvo al frente del Ministerio Público, se llevó a cabo la instrucción de numerosas causas de corrupción: la relativa al caso Malaya, en la localidad malagueña de Marbella; la del caso Palma Arena, que comenzó a investigarse en 2008; y la de la trama Gürtel, relacionada principalmente con el PP de Madrid y Valencia.
De su mandato se recuerdan, entre otras, la ya famosa frase que pronunció durante una tregua de ETA y la negociación del Gobierno con la organización terrorista de que había que "mancharse las togas con el polvo del camino".
También causaron polémica unas declaraciones suyas, durante un desayuno informativo en abril de 2009, cuando denunció que la Fiscalía se tenía que apoyar únicamente en la Guardia Civil en relación a las listas que periódicamente pretendía presentar a las urnas el entorno de ETA, ya que la Policía, según dijo, sólo respondía a las peticiones del juez instructor, en clara referencia al exmagistrado Baltasar Garzón.
Conde-Pumpido también fue magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, donde destacó por su oposición a la imputación del expresidente del Gobierno Felipe González por los GAL.
A lo largo de su carrera también fue portavoz de la asociación Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD) y presidente de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos. Estuvo destinado en la Audiencia Provincial de San Sebastián y posteriormente fue presidente de la Audiencia Provincial de Segovia.
En sus seis años en el Constitucional, Pumpido ha sido ponente de varias sentencias. La relativa a la causa del asalto al Parlament de Cataluña en junio de 2011 fue rechazada. En 2019, el magistrado abogó por la absolución de los condenados al considerar que se vulneraron sus derechos. Finalmente, el Pleno dejó la ponencia en manos del magistrado Antonio Narváez, que era favorable a las condenas dictadas por el Supremo.
También ha redactado varios votos particulares para dejar constancia de su discrepancia con algunas decisiones adoptadas por la mayoría del Pleno, hasta ahora conservador.
En el verano de 2021 mostró su oposición a la sentencia que declaró inconstitucionales determinados aspectos del primer decreto de estado de alarma por la pandemia. En el marco de aquel debate, se vio involucrado en una polémica por la que pidió disculpas públicamente a sus compañeros del tribunal por algunas expresiones vertidas en un borrador de su voto discrepante.
Dichas expresiones, en las que se refería a sus compañeros como autores de una sentencia "más propia de un lego que del máximo interprete de la Constitución" e incluso como "juristas de salón", fueron eliminadas del voto que sumó y notificó junto a la sentencia que se publicó en el BOE.
Además, Conde-Pumpido también se mostró en contra de la decisión del Pleno de paralizar la tramitación parlamentaria de dos enmiendas impulsadas por el PSOE y Unidas Podemos por las que se buscaba modificar el sistema de elección de los candidatos al tribunal que nombra el Consejo General del Poder Judicial.