Pedro Sánchez dispuesto a gobernar sin ser el más votado en 'las generales'
En este año electoral, socialistas y populares perfilan sus respectivas estrategias para afrontar las elecciones municipales y autonómicas y, posteriormente, las generales.
Siendo realistas, ningún gabinete demoscópico se atreve a poner la mano en el fuego, en este momento, por el triunfo arrollador de uno u otro partido y, mucho menos, por vaticinar quién logrará gobernar el país. Si anteriormente, la ecuación se despejaba con facilidad, al ver quién había sumado más escaños en el Congreso de los Diputados, eso ya no tiene vigencia.
Al menos, no la tiene para quien más podría beneficiarse de una supuesta “derrota dulce”, tan dulce que podría permitirle gobernar, aun no siendo el partido más votado por los ciudadanos españoles. Ese no es otro que Pedro Sánchez, quien aunque siempre asegura a su entorno que “sale a ganar”, en caso de no ser el más votado, optará a gobernar, si la aritmética parlamentaria se lo niega al contrario (en este caso a un Alberto Núñez Feijoo que no lograse sumar con el apoyo de Vox y alguna otra formación minoritaria).
Siendo realistas, ningún gabinete demoscópico se atreve a poner la mano en el fuego, en este momento, por el triunfo arrollador de uno u otro partido y, mucho menos, por vaticinar quién logrará gobernar el país
Antiguamente, los líderes del PSOE ni se planteaban gobernar no siendo su partido el más votado. Eso ocurrió, por ejemplo, con el expresidente Felipe González, que ha contado en numerosas ocasiones que tuvo sugerencias procedentes de algún otro partido nacionalista para establecer acuerdos que impidiesen la llegada del popular José María Aznar a la presidencia del Gobierno y que él mismo aconsejó a los líderes nacionalistas firmar un pacto de legislatura con el PP.
Evitar la mayoría absoluta de PP-Vox
Por su parte, también proclamó públicamente su firme decisión de no ser presidente del Gobierno si no obtenía más votos que el PP. Lo dijo dos meses antes de las elecciones generales y después de haber vencido por alrededor de 160.000 votos en las municipales de mayo de 2003, unos meses atrás. Sin embargo, Pedro Sánchez no está dispuesto a hacer semejante declaración de intenciones, puesto que una de sus bazas, para tratar de seguir al frente del Gobierno de España pasa, precisamente por evitar que PP y Vox logren sumar mayoría absoluta, entre los escaños obtenidos por ambos.
Cualquier otra adhesión a esos votos se le pone muy cuesta arriba a los populares, a juicio del entorno del presidente del Gobierno, puesto que VOX genera un efecto rechazo en buena parte del espectro parlamentario, mientras que PSOE tiene múltiples opciones de sumar, por su izquierda -o lo que quede de ella- y por las opciones soberanistas, independentistas, regionalistas, autonomistas y hasta cantonalistas, si las hubiere.
Tercera posición
Sin embargo, para el equipo del presidente es “imprescindible” que la izquierda a su izquierda pueda obtener un resultado que le coloque en tercera posición, por delante de Vox, o muy próximo. Esto es especialmente relevante en casi un tercio de las circunscripciones electorales. Así lo advierten los “brujos” de la demoscopia, que asesoran al equipo de Sánchez: “Hay alrededor de 15 circunscripciones electorales, que reparten entre 5 y 3 escaños; la tercera opción, en estos casos, no solo obtiene un escaño, sino que siendo Sumar y/o Podemos o Vox los partidos que se disputarían la tercera plaza, en cada caso, el tercero sumaría a uno u otro bloque y restaría al bloque contrario.
Así, el resultado en circunscripciones como Ciudad Real, Huelva, Valladolid, Jaén o Segovia, entre otras tantas, pueden determinar el resultado final, en esta guerra de bloques entre PP y Vox y PSOE y buena parte de sus socios actuales. Con todo, primero habrán de llegar las municipales y autonómicas.
Y en esta convocatoria, el PSOE, que obtuvo un magnífico resultado en 2019, pese a no haber podido con la Comunidad de Madrid, se prepara para la pérdida de alguno de los gobiernos que ahora preside en las CC.AA. , siempre contando con la formación de coaliciones electorales entre PP y Vox, en CC.AA, al estilo inaugurado por Alfonso Fernández Mañueco, en Castilla y León. Quizás de ello también tratarán de sacar partido en su día, si se produce, pero eso será otro capítulo de su manual de campaña.