Ni adelanto electoral ni ruptura a la espera de que PP y Vox midan fuerzas
Mañueco no convocará elecciones anticipadas y Espinosa de los Monteros, de momento, desautoriza la amenaza de ruptura de Ignacio Garriga, pendientes del veredicto de las municipales de mayo.
El respiro momentáneo que el vicepresidente de Castilla y León y dirigente de Vox, Juan García-Gallardo, ha dado a Sánchez con su protocolo fantasma, no va a provocar una ruptura de la coalición del Gobierno en Castilla y León, al menos por parte del PP, ni una convocatoria anticipada de elecciones en esa comunidad y, mucho menos, a las puertas de unas municipales en las que el PP se juega mucho.
Parece que Vox tampoco estaría por la labor de abandonar la coalición de gobierno a la vista de que la dirección del partido ha desautorizado a su secretario general, Ignacio Garriga, por amenazar con romper.
Aunque la dirección del PP reconoce abiertamente que quiere alejarse cuanto antes de modelos de gobiernos de coalición donde cada uno tiene su propia agenda, así lo ha dicho en las últimas horas con toda claridad Borja Sémper, Alberto Núñez-Feijóo ha zanjado que "no creo honradamente que se esté dando en Castilla y León un debate sobre la convocatoria anticipada de elecciones"
El equipo de Feijóo recuerda que "llueve sobre mojado" y que no es la primera vez que Vox sale al rescate de Pedro Sánchez cuando más contra las cuerdas está el presidente del Gobierno.
Una polémica que tampoco va a modificar la estrategia de Feijóo de presentarse ante los españoles como el candidato de la firmeza -pero desde la centralidad o la moderación- y de no actuar a rebufo de Vox. Este sábado ni Feijóo ni tampoco Isabel Díaz Ayuso estarán en la manifestación, aunque sí acudirán dirigentes del PP a título personal.
Sin embargo, si va a tener consecuencias en la estrategia del Partido Popular que va a intensificar su campaña de cara a las elecciones municipales y autonómicas presentándose como el único voto útil que puede echar a Sánchez frente a un Vox que cada vez que tiene oportunidad "favorece los intereses del inquilino de la Moncloa".
Santiago Abascal y el vicepresidente de CyL, Juan García-Gallardo.
El equipo de Feijóo recuerda que "llueve sobre mojado" y que no es la primera vez que Vox sale al rescate de Pedro Sánchez cuando más contra las cuerdas está el presidente del Gobierno. A la polémica sobre este protocolo fantasma hay que sumar el voto en contra a los presupuestos de Isabel Díaz Ayuso, donde la ya candidata oficial a la presidencia por esta formación, Rocío Monasterio no tuvo ningún problema en votar junto a la izquierda para rechazar las cuentas.
El PP considera que a estas "deslealtades", como adelantó ESdiario, "se está agarrando a la Pedro Sanchez a la desesperada" tras fracasar su estrategia de que el nuevo año le permitiera pasar página de sus cesiones a los independentistas, que hoy en Barcelona le recordarán que "aquí no se ha acabado nada" o las terribles consecuencias de la ley del "sólo sí es sí" que alcanza ya 200 abusadores sexuales o violadores beneficiados.
Por eso, aunque Alberto Núñez Feijóo ha desmentido tajantemente en 120 minutos de Telemadrid que "se vaya a poner en marca ningún protocolo" que obligue a la mujer a escuchar el latido fetal, Moncloa quiere seguir estirando el chicle y además de ese requerimiento de incompetencia amenaza con llevar a Castilla y León al Constitucional por un protocolo que ni siquiera existe.
El respiro momentáneo que el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha dado a Sánchez con su protocolo fantasma, no va a provocar una ruptura de la coalición del Gobierno regional, al menos por parte del PP
El PP subraya que ha sido Vox quien está facilitando este "burdo intento de manipulación" por mero interés electoral -frenar el trasvase de votos al PP- y por eso intensificarán su campaña de que el único voto útil para que el principio del fin de Sánchez pasa por votar al PP el próximo 28 de mayo.
Lo que en ningún caso va a hacer Alberto Núñez Feijoo es dejar que Vox le marque la agenda, le desvíe de su hoja de ruta de centralidad y moderación y tampoco va a caer en la trampa del PSOE de sacar a pasear el "espantajo" de que viene la extrema derecha y más cuando Díaz Ayuso, o recientemente Juan Manuel Moreno con su mayoría absoluta, han demostrado que esa estrategia de Moncloa convierte al PP en el voto útil para frenar a Vox.