La Policía detiene al posible autor del envío de 'cartas bomba' a Pedro Sánchez
Las autoridades han detenido en Miranda de Ebro, Burgos, a un jubilado que podría estar detrás del envío de estas cartas. Las investigaciones apuntan que actuó solo y siempre desde Burgos.
La Policía Nacional ha detenido en Miranda de Ebro, en Burgos, a un hombre por su presunta relación con el envío de las cartas explosivas que el pasado mes de noviembre fueron remitidas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a otros organismos. Fuentes de la investigación han confirmado que se trata de un jubilado de 74 años, de nacionalidad española y que ha sido arrestado en la esta localidad en las últimas horas. En la investigación fue clave el rastro que dejó la compra de los sobres deflagrantes.
Dicha investigación apunta a que este hombre actuó en solitario y confeccionó los artefactos desde la vivienda objeto de registro. Según esas mismas informaciones, se trata de una persona muy activa en redes sociales y los investigadores aseguran que tiene conocimientos técnicos e informáticos. Además, el Ayuntamiento de Vitoria ha confirmado que fue funcionario de este consistorio hasta 2013.
En principio se cree que confeccionó y envió los artefactos explosivos en solitario, pero la Policía no descarta la participación o influencia de otras personas en los hechos. Fuentes de la investigación apuntan a que no tiene antecedentes ni tampoco vínculos con partidos políticos, aspectos estos sobre los que se siguen practicando diligencias en una operación que continúa abierta. Todos los envíos de las seis cartas se realizaron desde la ciudad de Burgos.
Fue el pasado 24 de noviembre cuando detectaron una carta con material explosivo dirigida al presidente del Gobierno, que había sido remitido por correo postal ordinario. Los servicios del Departamento de Seguridad de Presidencia del Gobierno dieron con la misiva sospechosa en las tareas de cribado y filtrado de la correspondencia.
Esa fue interceptada a tiempo, pero no ocurrió lo mismo con otra enviada en las mismas fechas a la Embajada de Ucrania en Madrid. En este caso el artefacto explotó y dicha explosión hirió a un vigilante de seguridad.
Otras cinco cartas, incluida esta de la Embajada ucraniana similares por sus características y contenido, fueron enviadas también a la Embajada de Estados Unidos en Madrid, a la empresa Instalaza en Zaragoza (dedicada al desarrollo y fabricación de equipos y material militar de infantería), al Centro de Satélites de la Unión Europea ubicado en la Base Aérea de Torrejón y al Ministerio de Defensa.
Los servicios secretos rusos, principales sospechosos
Esta misma semana salía a la luz que los servicios secretos rusos podrían estar detrás del envío de estas cartas bomba a España. Obviamente no de manera directa, pero si dando la orden a grupos ultraderechistas con presencia en nuestro país. Es el caso del Movimiento Imperial Ruso (MIR), una formación racista, supremacista blanca, antisemita, monárquica zarista, ultranacionalista y de religión ortodoxa rusa e incluida en el listado de organizaciones terroristas del Departamento de Estado norteamericano.
Según apuntaban en el New York Times, varios miembros destacados de Movimiento Imperial Ruso han estado en España y estas investigaciones han permitido revelar su relación con organizaciones de ultraderecha españolas, que habrían sido las encargadas de mandar estas cartas bomba por correo ordinario.
Washington vincula al MIR con dos suecos que perpetraron una serie de atentados con bomba en 2016 en Gotemburgo, Suecia, contra dos locales para refugiados y una cafetería.