El PSOE desechó en 2018 penas para violadores similares a las que hoy rescata
30 prestigiosos juristas, asesores de la ministra Delgado, elevaron propuestas de condenas más duras que la ley de Montero, pero Justicia las enterró
En junio de 2018, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, ordenó a su comisión de codificación (prestigiosos juristas que le asesoran) que “analizase los delitos de agresión y abuso sexual para determinar su corrección técnica y utilidad práctica, acompañado, en su caso, de un texto articulado de una propuesta legislativa de reforma del Código Penal en la que se concretasen las modificaciones necesarias a la luz de dicho informe”.
En noviembre les prorrogó hasta diciembre. Luego Justicia retiró el encargo y enterró sus propuestas, según los comisionados.
Sánchez cedió la reforma a Igualdad. Pero los 30 asesores de Justicia dejaron propuestas similares por escrito a las que rescata la titular de Justicia, Pilar Llop, cinco años y 500 penas rebajadas después.
El PSOE ha perdido cinco años para establecer penas acordes a su ideario. La comisión cuelga sus informes, pero éste no figura. Ni está registrado.
Los juristas unificaban todo delito sexual como agresión y primaban la falta de consentimiento, como la ley de Irene Montero. Pero agravaban, como el PSOE, todo delito sexual con intimidación, violencia, grupo o anulación mental de la víctima.
Su propuesta, igual que la socialista, superaba las penas de Igualdad. El PSOE ha perdido cinco años para establecer penas acordes a su ideario. La comisión cuelga sus informes, pero éste no figura. Ni está registrado.
Irene Montero (izquierda) abraza a Ione Belarra en un acto de partido.
Lo encarga una ministra socialista a su órgano superior de asesoramiento, el cual preside, pero Justicia pierde sus conclusiones, actas... Manuel Dolz (secretario de Estado con Delgado, interlocutor y receptor de sus propuestas) calla y remite al equipo asesor. Y los comisionados, salvo cuatro héroes, cumplen voto de silencio.
Última prórroga de Dolores Delgado a sus asesores antes de enterrar el encargo.
Alegan que están jubilados, de viaje, que no recuerdan... O callan como Patricia Faraldo, coautora de la ley podemita, o la presidenta del instituto balear de la mujer. Un comisionado, bajo anonimato, relata su labor: “El no consentimiento inicial era el presupuesto y sobre eso cualificábamos si había penetración, si había violencia, si había agravantes…”.
- P. ¿Tocasteis las penas?
-R. “Hay un escalamiento de conductas y las penas sí se tocan… Si el tipo básico era de 1 a 4, cuando hay violencia o intimidación pasaba a ser de 3 a 5. En comparación con el formato del sí es sí, el nuestro era un modelo más duro”.
P. ¿Era más duro porque dejabais el código penal como estaba?
R.- No, incorporamos elementos agravantes nuevos: la violencia extrema, el ser pareja o expareja, la utilización de la sumisión química, actuar en grupo…. Pero los puntos de partida penológicos también los agravamos.
La violencia o intimidación recuerdo que eran de 3 a 5, que era más duro que lo que estaba en vigor entonces, precisamente porque habíamos dicho sin violencia e intimidación eran de 1 a 4, pues con violencia e intimidación, de 3 a 5, para discriminar con el mismo nombre de agresión dos conductas: los herederos del abuso y los de la agresión. Subimos todos los mínimos. Cuando se ofrecía como alternativa a un abuso una multa, lo cambiamos por prisión”.
P.- La propuesta de Justicia es un calco de lo que propusisteis?
R.- Ni la he visto, porque hasta que no se lee en el BOE…son tan mudables, van cambiando, van proponiendo. No sé si se parece o no, pero yo estoy muy orgulloso de lo que hicimos así que si se parece…bien estará.
P.- Luego ceden la reforma a Igualdad…
R.- Sí, sí
P.- Curioso que Justicia no quisiera el informe porque filtrabais. También se filtraron pesquisas secretas del emérito.
R.- Entregamos la última propuesta a Justicia bajo mandato de Delgado. No nos dieron ocasión de votarla para elevarla como informe. Se quejaban de que no respetábamos la confidencialidad. Y ya no nos vuelven a dar instrucciones.
Comisionados como Manuel Cancio o Enrique Gimbernat apuntalan la valía de su propuesta, que clona hoy el PSOE para endurecer las condenas. El retroceso a las penas previas a Montero es festejado por Sánchez, pero le toca explicar por qué enterró en 2018 las propuestas de sus 30 expertos. Habría evitado “los efectos indeseados y me quedo corto” de la ley del sí.
Sánchez cedió la reforma a Igualdad. Pero los 30 asesores de Justicia dejaron propuestas similares por escrito a las que rescata la titular de Justicia, Pilar Llop, cinco años y 500 penas rebajadas después.
Culpa de su machista aritmética: todas sus penas restan años al reo sexual. Lo advirtieron fiscales, Poder Judicial, feministas y socialistas como Carmen Calvo o Emiliano García-Page. Y toca aplicarlas, salvo prevaricación.