Del precipicio a las puertas de La Moncloa: el 'nuevo PP' cumple un año
El 1 de marzo Pablo Casado dio su brazo a torcer y presentó su dimisión arrastrado por la polémica gestión de García-Egea. Feijóo ha reconstruido en tiempo récord partido, ánimo y esperanza.
El PP, un partido mayor de edad y con décadas de historia y de éxitos, cumple en estos días un año. No es una boutade, es el primer aniversario del renacimiento de un partido de gobierno que en febrero de 2022 se vio al borde del precipicio y en estos días en el que vuelve la vista atrás, encamina con paso firme hacia las puertas del Palacio de La Moncloa. Es el efecto Feijóo y el cierre de la herida provocada por los últimos meses de la gestión del dúo formado por Pablo Casado y Teodoro García-Egea.
En estas últimas horas algunos medios están publicando los documentos de las dos semanas de incendio en Génova 13 cuando un anónimo quiso poner contra las cuerdas a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso.
Como reconoce un veterano dirigente socialista a ESdiario: "El jefe vivía mucho más tranquilo hace un año..."
Una incomprensible y suicida reacción de Casado, diseñada por su ya entonces cuestionadísimo número dos, provocó la decisión que desató la catarsis. El 1 de marzo, tras una tumultuosa reunión de los barones y dirigentes populares, Casado dio su brazo a torcer y anunció su dimisión y la convocatoria de un congreso extraordinario en Sevilla.
Un año después, Feijóo ha puesto el partido en cabeza de todas las encuestas con una oferta atractiva, transversal, unitaria y ganadora. Gracias, en parte, al potentísimo equipo del que se rodeó sostenido sobre el triunvirato formado por Gamarra, Bendodo y González Pons.
Horas antes había dimitido también García-Egea. Una sensación de alivio generalizado recorrió el todo PP. Pero también una inquietante sensación de vértigo que apagó en tiempo récord la llegada de Alberto Núñez Feijóo, el deseado.
De la noche al día
De lo sucedido aquellos días de hace un año hay y habrá aún mucha literatura. Lo relata con agudeza el periodista Graciano Palomo en su libro Siete días de furia y puñales en el que relata la caída de Casado. Pero lo que nadie duda y aún no está escrito es el futuro de éxito que se augura al nuevo PP.
Los "coroneles" de Feijóo, una de las claves del éxito del nuevo PP que ahora cumple un año.
Un año después, Feijóo ha puesto el partido en cabeza de todas las encuestas con una oferta atractiva, transversal, unitaria y ganadora. Gracias, en parte, al potentísimo equipo del que se rodeó sostenido sobre el triunvirato formado por Cuca Gamarra, Elías Bendodo y Esteban González Pons.
Fichajes más recientes, como los del exministro Íñigo de la Serna y el portavoz Borja Semper, no han hecho otra cosa que reforzar aún más la solvencia de la tripulación que gobierna Génova y el Congreso de los Diputados.
Sincronía total con los barones
La segunda pata del éxito de este nuevo PP es la perfecta sincronía que Feijóo ha logrado con sus presidentes autonómicos y sus líderes regionales en la oposición. Al contrario de lo que sucedía en la etapa Casado, todos tocan la misma partitura aunque cada uno tiene voz y voto en la interpretación.
La réplicas de Feijóo en el Senado se cuentan por repasos a un Sánchez descolocado.
Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno, Alfonso Rueda, Fernando López Miras y Alfonso Fernández Mañueco, han puesto sus éxitos electorales, su gestión alternativa al sanchismo y su experiencia al servicio de Génova 13.
Oposición que desquicia y descoloca a Sánchez
Y el tercer gran éxito de este nuevo PP que cumple un año es que ha sido capaz de visualizar la alternativa. Lo ha hecho Feijóo en todas sus visitas a La Moncloa a las que ha acudido siempre con una oferta de Estado apartidista, por escrito y sin el logo de su partido, sino con el escudo de España, como hizo con su plan anticrisis.
La segunda pata del éxito de este nuevo PP es la perfecta sincronía que Feijóo ha logrado con sus presidentes autonómicos y sus líderes regionales en la oposición.
Y lo ha hecho el propio Feijóo y su número dos Cuca Gamarra, en todos y cada uno de sus cara a cara con Sánchez en el Senado y en el Congreso. Duelos en los que se ha visto a un presidente nervioso, inseguro y bronco. Y es que como reconoce un veterano socialista a ESdiario: "El jefe vivía mucho más tranquilo hace un año..."