Bolaños sucumbe al caos con su ley estrella entre errores y bronca de sus socios
Más de seis meses de anunciar su nueva ley de Secretos Oficiales, el texto duerme en un cajón el sueño de los justos tras renunciar Moncloa a presentarla esta legislatura.
La capacidad del Gobierno para enredarse en su producción legislativa parece no tener límites. Y cada vez son más en el PSOE los que señalan al responsable de una chapuza tras otra: el vicepresidente político de facto y fontanero mayor de Pedro Sánchez, Félix Bolaños.
La que se presentó en su día como uno de los proyectos más ambiciosos de Sánchez -en realidad uno de los pagos al PNV por su apoyo a la moción de censura- no verá la luz esta legislatura, según las fuentes gubernamentales y parlamentarias consultadas por ESdiario.
Mientras el equipo de asesores - el más numeroso de la historia- del Ministerio de Presidencia tratan de apagar los sucesivos incendios de la ley del sí es sí, de la de Infancia y de la ley Seguridad Ciudadana, al caos generado por Bolaños se añade ahora su proyecto estrella, la ley de Secretos Oficiales.
La que se presentó en su día como uno de los proyectos más ambiciosos de Sánchez -en realidad uno de los pagos al PNV por su apoyo a la moción de censura- no verá la luz esta legislatura, según las fuentes gubernamentales y parlamentarias consultadas por ESdiario. Y eso que a Moncloa le entraron las prisas el año pasado cuando le estalló el escándalo Pegasus y puso patas arriba el CNI con la purga de su máxima responsable, Paz Esteban. Y la larga sombra de Marruecos que aún persiste.
Los socios del PSOE denuncian un cúmulo de errores, promesas incumplidas y vaivenes de Bolaños con el proyecto. Después de seis meses de que la iniciativa de Presidencia echara a andar, los socios denuncian multitud de fallos y un cisma total en Frankenstein sobre los plazos y asuntos que podrán ser desclasificados.
Asuntos, en su mayoría, que afectan de plano a la Seguridad Nacional. Y es que en el CNI se oponen radicalmente a que parte de su funcionamiento futuro sea decidido por Podemos, ERC, Bildu y PNV. Y el PSOE se niega a ceder a muchas de sus exigencias en la nueva ley más aún tras el marruecosgate.
Los independentistas y los morados quieren sacar tajada de los secretos del Estado. Se niegan a que el plazo para desclasificar documentos sea como mínimo de 50 años y que la nueva ley abra la posibilidad de desclasificar todos los secretos hasta ese momento. Lo que significaría abrir en canal la Seguridad Nacional.
Mientras el equipo de asesores - el más numeroso de la historia- del Ministerio de Presidencia tratan de apagar los sucesivos incendios de la ley del sí es sí, de la de Infancia y de la ley Seguridad Ciudadana, al caos se añade ahora su proyecto estrella, la ley de Secretos Oficiales.
Así que el proyecto estrella de Bolaños descansa en un cajón. A la espera de ver si sobrevive al propio ministro, en la cuerda floja por sus fracasos encadenados varios frentes.