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Tamames levanta recelos hasta en Vox: “Igual no era el candidato ideal”

Hay temores fundados en la formación de Abascal de que el candidato suelte algo que no esté en el guión. Él mismo advierte que dirá lo que le dé la gana.

Ramón Tamames, candidato de Vox en la moción de censura, en una imagen reciente

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Las negociaciones entre Ramón Tamames y Vox sobre el contenido de su discurso en la moción de censura han sido “una locura”, según relatan a ESdiario fuentes de la formación de Santiago Abascal. A sus casi 90 años es un viejo zorro con el colmillo retorcido que, como él mismo ha manifestado a sus más próximos, va a decir “lo que le dé la gana” en su intervención en el Congreso en una fecha que tendrá que fijar la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet.

“No ha habido procedimiento, ese es el problema”, relatan esas mismas fuentes que dejan entrever su temor a que Tamames acabe propiciando alguna sorpresa. El economista es incontrolable y es probable que quiera desmentir a los que le han acusado de dejarse utilizar por Vox con alguna salida de tono en el discurso que demuestre su independencia.

Tanto es así que en Vox algunos importantes dirigentes reconoces en privado que “igual” el veterano economista no era “la persona ideal” para encabezar la moción de censura. No obstante, una vez filtrado el nombre hace unas semanas era muy complicado echarse atrás. La imagen hubiera sido la de un partido que no encuentra quien quiera subirse al estrado en su nombre. Y el siguiente candidato habría sido visto como un segundo plato tras el rechazo del primero.

Ese era un coste muy alto para Vox, por lo que había que encontrar un acuerdo de mínimos con Tamames. Y no ha sido nada fácil. El viejo zorro no se deja atar en corto, eso está claro. Se ha llegado con él a un acuerdo de mínimos, dejando fuera temas espinosos en los que los puntos de vista del economista y los de Vox difieren de manera sustancial: el modelo autonómico es uno de ellos, peor hay mas.

El aborto, la violencia de género y las leyes LGTBI son otros asuntos que según han acordado las dos partes no se van a tocar en el discurso. La intención de Tamames es hablar mucho de la situación económica, su gran especialidad, y de la vigencia y la defensa de la Constitución de 1978, incluyendo ahí un asunto fundamental: la unidad de España frente a las fuerzas separatistas a las que Sánchez ha convertido en aliados estratégicos de su Gobierno.

El problema, además, es que aunque Tamames no se salga en su intervención de los términos pactados, los grupos que sustentan al Gobierno, desde el PSOE a ERC pasando por Unidas Podemos, van a incidir en esos asuntos en los que el candidato y Vox difieren abiertamente, precisamente con la intención de que se vean a las claras las discrepancias.


En todo caso, en principio no cabe esperar un discurso agresivo por parte de Tamames. A tenor de sus palabras, quiere buscar un tono conciliador y correcto. El problema es que el Congreso que él dejó en 1989 no es el mismo. Ni parecido. Las formas se han deteriorado mucho, el nivel parlamentario se ha desplomado y es más que probable que el economista reciba un grado de violencia verbal que no espera o que no ha experimentado nunca.

Tamames invita a cenar a Pedro Sánchez

Se ha sabido que Tamames quiere invitar a cenar a su casa a Pedro Sánchez en los días previos a la moción de censura, para conocerse y porque él entiende que es lo correcto y lo lógico entre personas civilizadas. Lo más probable es que Sánchez ni conteste y en todo caso que no acepte. De hecho, según informa este jueves Esther Jaén en ESdiario el presidente del Gobierno no tiene pensado ni siquiera intervenir en esa moción de censura. Así que pensar que pueda reunirse con la persona que pretende desalojarle de la Moncloa es algo bastante inconcebible en estos tiempos de crispación y polarización.

Aunque Tamames no se salga en su intervención de los términos pactados, los grupos que sustentan al Gobierno, desde el PSOE a ERC pasando por Unidas Podemos, van a incidir en esos asuntos en los que el candidato y Vox difieren abiertamente, precisamente con la intención de que se vean a las claras las discrepancias

A priori parece un movimiento tan ingenuo de Tamames, algo impropio de un señor de 90 años, que solo cabe pensar que hay una estrategia detrás, que quiere retratar al presidente del Gobierno como alguien intransigente y crispado frente a su propuesta de moderación. Veremos, pero la cosa no pinta demasiado bien. Es complicado presentarse a una moción de censura cuando ni siquiera el candidato acaba de convencer a los que lo han elegido.