ERC diseña una política de “socio discontinuo” con Sánchez para el año electoral
Entre los socios parlamentarios más destacados con que cuenta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, están sin duda los independentistas catalanes de ERC
Entre los socios parlamentarios más destacados con que cuenta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, están sin duda los independentistas catalanes de ERC. Salvo sustos y disgustos puntuales, ERC ha dado su apoyo -no incondicional, porque siempre ponen sus condiciones y su precio al apoyo, pero sí con regularidad- a las leyes y políticas promovidas por Sánchez. Asimismo, su portavoz en el Congreso de los diputados, Gabriel Rufián, se ha convertido en numerosas ocasiones en “azote” del PP y de Vox, cuando estos pretendían azotar verbalmente a Sánchez y a su Gobierno, amén de sus políticas.
Sin embargo, la cúpula de ERC tiene clara su estrategia a partir de este momento, una vez aprobados Presupuestos Generales del Estado y de la Generalitat, así como acometidas las reformas del Código Penal, que los independentistas reclamaban. Desde este momento, la formación catalana ya no considera socio al PSOE, sino rival directo, puesto que las elecciones municipales en Cataluña los enfrentarán “a cara de perro”.
Acuerdos
En ERC llevan clavada la espinita del acuerdo que establecieron el PSC (entonces liderado por el hoy ministro de Cultura, Miquel Iceta, aunque el muñidor del mismo fuese el entonces secretario de organización, Salvador Illa) con los independentistas de Junts, la enésima versión del partido que lidera Carles Puigdemont, para gobernar la Diputación de Barcelona, órgano que maneja un presupuesto superior a 1200M€, buena parte de los cuales provienen de la cesión directa de los tributos del Estado y que drenan la economía y servicios de los municipios de la provincia de Barcelona.
Vengar el pacto de la Diputación de Barcelona es una de las motivaciones de ERC en esta campaña de elecciones municipales en Cataluña
Desde 2019 y a pesar de las crisis políticas varias que se han sucedido y las malas relaciones entre los de Puigdemont y el Gobierno de Sánchez, el acuerdo en la Diputación de Barcelona ha funcionado como la seda, con su presidenta, la socialista Núria Marín, alcaldesa de L´Hospitalet de Llobregat, al frente, y un reparto en las vicepresidencias: dos a dos. Vengar el pacto de la Diputación de Barcelona es una de las motivaciones de ERC en esta campaña de elecciones municipales en Cataluña, pero también lo es tratar de arrebatar la hegemonía al en buena parte de los grandes municipios del llamado “cinturón rojo” barcelonés.
Fuentes de ERC consultadas por EsDiario admiten que la empresa es una apuesta de largo recorrido, puesto que no consideran viable para las elecciones del 28-M la posibilidad de arrebatar las alcaldías en plazas como Santa Coloma de Gramanet, donde su alcaldesa, Núria Parlón, con su
mayoría absoluta, está “fuerte y tiene una buena gestión a su espalda”. Con ella, precisamente, rivalizará el diputado en el Congreso, Gabriel Rufián, el 28-M. Parece que L´Hospitalet del Llobregat, la segunda ciudad más poblada de Cataluña, tras Barcelona, gobernada por mayoría absoluta por Núria Marín, tampoco va a cambiar de color, siempre según las encuestas.
arece que L´Hospitalet del Llobregat, la segunda ciudad más poblada de Cataluña, tras Barcelona, gobernada por mayoría absoluta por Núria Marín, tampoco va a cambiar de color
Voto de izquierdas
En definitiva, ERC y el PSC -partido hermano del PSOE en Cataluña- se disputan el voto
de izquierdas, independentistas unos, catalanistas los otros, pero pescan en los mismos caladeros. Por eso, desde este mismo momento, en ERC quieren poner distancia de por medio, escenificar desacuerdo y marcar posiciones distintas. Lo harán con respecto a la Ley del “solo sí es sí”, donde se han alineado con la ministra Irene Montero, tras haber exigido, hace poco más de un mes, una “rápida” solución a un error evidente en el texto legal. Y no será la última discrepancia: las habrá con respecto a la Ley de Vivienda, o con la Ley Mordaza.
Ahora toca marcar distancias, pero las fuentes consultadas por este diario admiten que, pasadas las municipales y los pactos que arrojen, “indudablemente, apostaremos por que Pedro Sánchez revalide otro mandato al frente del Gobierno”. El porqué de esta política de “socios discontinuos” es, según las fuentes consultadas que “solo con un gobierno de izquierdas podremos seguir adelante con el diálogo, buscando soluciones políticas al conflicto de Cataluña”. Ese diálogo al que se refiere, no se escenifica en este momento en una Mesa de Diálogo, como ha exigido ERC reiteradamente, sin mucho éxito hasta la fecha, pero sí tiene sus propios cauces “discretos”, como el encuentro mantenido esta semana pasada entre el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el ministro
de la Presidencia, Félix Bolaños.