Vox presenta su moción de censura "imposible" con la que puede ayudar a Sánchez
Los de Abascal presentan la sexta moción de la democracia con la intención de arrinconar a Pedro Sánchez, que no dudará en utilizarlo en su favor para desviar la atención de sus problemas.
Ramón Tamames y Santiago Abascal.
Este lunes Vox va a presentar en el Congreso la que será la sexta moción de censura de la democracia española y la segunda impulsada por el partido de Santiago Abascal en esta legislatura. En este ocasión, no será el propio líder del partido el que encabece la moción, sino el veterano economista y exmiembro de, entre otros, el Partido Comunista, Ramón Tamames. Se trata de una figura experimentada que eso sí, no parece convencer a todos los miembros del partido.
Las posibilidades son escasas, por no decir inexistentes, para esta moción de censura que Vox plantea más como medida de presión y también como medida electoral, con la intención de hacer ver que son algo así como la única y verdadera oposición. A pesar de esta idea, este puesto realmente lo ocupa el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo, al que las encuestas dan como el partido más votado en intención de voto directo pero sin lograr una mayoría absoluta.
Hay que tener en cuenta que para prosperar, la moción de censura exige recabar la mayoría absoluta del Congreso (176 votos), un objetivo que se antoja inalcanzable dadas las posiciones expresadas por los grupos en las últimas semanas.
Este fin de semana el propio Santiago Abascal ha instado a los populares a apoyar la moción de censura porque asegura que se trata de una "posibilidad para retratar al peor Gobierno de España en muchísimas décadas". "Tenemos el deber de retratar al Gobierno", eran las palabras del dirigente de Vox, en una entrevista en esRadio, en la que ha expresado su confianza en la "capacidad de reflexión" de las bancadas del Congreso de cara al apoyo a la moción.
Sin embargo, aunque los de Abascal crean que es una buena idea y lo hagan con la intención de arrinconar a Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno no va a dudar en utilizarlo a su favor para desviar la atención de todos los problemas, que no son pocos, que tiene en su propia casa: la ley del solo sí es sí y sus "efectos secundarios", la brecha que existe dentro del Gobierno de coalición con esta norma y con la guerra en Ucrania, los despropósitos de la Ley Trans, el caso de corrupción del exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes...
Desde luego no son pocos los frentes que tiene el jefe del Ejecutivo, que también decidirá el mejor momento para debatir y votar la moción. Y es que quien lo decide es la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que desde luego escuchará a Sánchez para decidir la fecha que más le convenga. El período mínimo son cinco días, que fue por ejemplo el tiempo que transcurrió en la moción presentada por Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy y que por el momento es la única en la historia de nuestra democracia que ha prosperado.
En el caso por ejemplo de la de Pablo Iglesias al propio expresidente popular transcurrió un mes. Todo apunta a que esta será la opción elegida por Sánchez, así tiene más tiempo para utilizarlo a su favor y de aproximarlo lo máximo posible a esa fecha clave del 28 de mayo.