El marido de Gámez declaraba que su único empleado cobraba más que Sánchez
Esposo y cuñado de la ex directora de la Guardia Civil pagaban a su trabajador (presuntamente ellos mismos) de 111.000 a 329.000 euros, y así reducían beneficios e impuestos
La exdirectora de la Guardia Civil, María Gámez, el día de su dimisión.
La trama familiar de la ex directora de la Guardia Civil, María Gámez, tiene un doble perfil: sus integrantes (marido y dos cuñados) han operado como cargos de la Junta de Andalucía y como empresarios. Eso facilita la prevaricación y malversación de la que están acusados. Gámez compartió consejería con ellos.
Su cuñado Bienvenido Martínez funda en 2009 la empresa que supuestamente capta fondos vinculados a ayudas públicas, Experiencia Management Group, mientras desempeña cargos directivos en entes conexos a la agencia pública andaluza IDEA, madre de los ERES: Invercaria (acusada de corruptelas) entre 2008 y 2010; Soprea desde 2009 (partícipe en la financiada Santana, en la que ejerció cargos), Fasur de 2008 a 2011 y director de inversiones de IDEA de 2008 a 2009.
Mientras dirige la rescatada Santana inyecta 339.000 euros en su empresa Experience Management Group entre 2009 y 2011. No usa testaferros. Preside la empresa pagadora y la empresa receptora.
El empleado/marido de Gámez cobra más que Sánchez. El cuñado hace otro tanto: si factura 595.000 euros su empresa, su único trabajador, él mismo, cobra 329.000 euros. Que bajan los ingresos a 514.000, el pobre cuñado asalariado (y dueño) sólo recibe 281.000 euros.
Posteriormente, la Junta contrata su firma para una asesoría. Le factura 585.000 euros. La pagadora es IDEA. El receptor es su director de inversiones hasta el día antes de firmar el contrato: el cuñadísimo. La empresa cuenta con un solo técnico: su dueño, Bienvenido Martínez. Ningún cargo del socialismo gobernante lo objeta. El contrato se adjudica a dedo, sin publicidad ni concurrencia. La Junta le paga seis veces más de lo que ingresa con su asesoría.
La Policía halla otra vía de financiación e incompatibilidad: El cuñadísimo de Gámez recibe 1,2 millones de un amplio espectro empresarial bajo su influencia política y económica. Santana Motor (339.701 euros), FAGIA (280.974), FASUR (201.568 euros), Laboratorios Rovi (501.500 euros).
La dimitida María Gámez, y su esposo imputado, Juan Carlos Martínez.
Pero el cuñadísimo no devora solo este pastel. Lo comparte, según la juez, con su hermano Juan Carlos Martínez (marido de Gámez), que también alterna cargos públicos en la Junta y privados. Entre 2010 y 2012 es directivo de organismos de la Junta socialista como Incuba, Soprea o Fagia.
En 2012 crea su firma, Job Management Liberty, y su hermano Manuel (Be Make Create, creada en 2008). Oh casualidad estas sociedades de los hermanos “también habrían recibido fondos de entidades como Laboratorios Rovi, (128,888 euros), entidad subvencionada por la agencia IDEA”.
La Policía halla otra vía de financiación e incompatibilidad: El cuñadísimo de Gámez recibe 1,2 millones de un amplio espectro empresarial bajo su influencia política y económica. Santana Motor (339.701 euros), FAGIA (280.974), FASUR (201.568 euros), Laboratorios Rovi (501.500 euros).
Hasta aquí la acusación judicial. Quedan enigmas. La futura directora de la Guardia Civil no ve la luz roja que emiten marido y cuñados: facturan a la Junta mientras trabajan para la Junta. Ingresan hasta medio millón al año con un solo empleado. El marido o el cuñado. El sueldo del pariente oscila según los ingresos societarios.
Si la empresa del marido factura 242.900 euros, su empleado, presumiblemente Juan Carlos Martínez (figura como único contacto y ha declinado hablar), cobra 111.000 euros, si ingresa menos (188.000 euros), el trabajador recibe sólo 104.000 euros. El empleado/marido de Gámez cobra más que Sánchez.
El cuñado hace otro tanto: si factura 595.000 euros su empresa, su único trabajador, él mismo, cobra 329.000 euros. Que bajan los ingresos a 514.000, el pobre cuñado asalariado (y dueño ) sólo recibe 281.000 euros.
Hacienda tampoco sospecha nada. Durante más de una década no le inquietan estas empresas sin plantilla real de la familia Gámez. Con un empleado/dueño. Y exorbitantes salarios que rebajan beneficios e impuestos societarios.
La directora de la Guardia Civil, con un historial de cargos públicos en Andalucía bajo mandato socialista, no olfatea que su marido y cuñados practican magia empresarial: cazar asesorías sin empleados.
Ignora todo sobre los negocios de su familia y esposo pese a que comparten consejería: entre 2004 y 2008 Gámez fue delegada de Innovación, Ciencia y Empresa, que coció los ERES y presuntas corruptelas de sus parientes. En 2012 Gámez entra en la Ejecutiva socialista. Y su marido funda su empresa.
Hacienda tampoco sospecha nada. Durante más de una década no le inquietan estas empresas sin plantilla real de la familia Gámez. Con un empleado/dueño. Y exorbitantes salarios que rebajan beneficios e impuestos societarios. Por menos sancionó Hacienda a periodistas, como el ministro Maxim Huerta, o políticos como Juan Carlos Monedero.
