Sánchez, en China: otro discurso vacío, obvio y con el único objetivo de lucirse

El presidente del Gobierno sigue con su ruta por el mundo para intentar sacar pecho de la gestión que está llevando a cabo en nuestro país cuando poco tiene que presumir. A nivel económico, somos el país de la Unión Europea que más le está costando recuperar los datos del PIB de antes de la llegada del coronavirus; a nivel social, con leyes como la del solo sí es sí o la Trans que está provocando división en todos los ámbitos y en personas de todas las ideologías; o a nivel político, con Fernando Grande-Marlaska siendo reprobado día tras día o no lo olvidemos, con el socialista Tito Berni metido hasta el fondo en una trama de corrupción como la del caso Mediador.

Poco o nada puede presumir Sánchez allá donde va, pero lo hace. Como no podía ser de otra forma también lo ha hecho en su primera comparecencia a su llegada a China, donde estará dos días y este viernes se reunirá con el presidente Xi Jinping. "En menos de una semana me habré reunido con más de 40 líderes mundiales de tres continentes distintos", ha expresado el dirigente socialista, en otro intento más de aparentar importancia.

Desde luego estar de viaje es lo suyo (mención honorífica al su querido Falcon) pero aquí en España, con ministros protegidos como el de Interior en la cuerda floja, lo menos posible. Y es que en tan solo una semana el presidente del Ejecutivo ha estado en el Consejo de Europa en Bruselas, en la Cumbre Iberoamericana en República Dominicana y ahora en el gigante asiático.

Discurso vacío y lleno de obviedades

En su primera aparición en suelo chino, Sánchez ha dado un discurso, en inglés, bastante obvio y sin contenido real. "Y seré claro, en todas las conversaciones (con los líderes mundiales con los que se ha reunido) he escuchado el mismo anhelo de paz, estabilidad y prosperidad. Nadie quiere una fragmentación de la economía o la guerra", ha sido el análisis de Sánchez. Nadie se ha parado a pensar que todos quieren paz, estabilidad y prosperidad y todos quieren que haya guerra y se fragmente la economía.

Después se ha centrado en el importante papel que tiene China en todos estos aspectos, algo obvio teniendo en cuenta que es una de las grandes potencias económicas del mundo. Las relaciones entre Asia y Europa, ha asegurado, "no tienen por qué que ser confrontacionales", y ambos continentes deben centrarse en ser aliados, "en lo económico y más allá". Sí, desde luego que tener a China de tu lado a nivel económico ayuda.

Y después, poniendo a la España que el dirige como "socio fiable" y por supuesto, sacando pecho de la próxima presidencia europea que él encabezará: "La comunidad internacional necesita jugadores constructivos y responsables, y eso es lo que España quiere ser. Para empezar, como un país abierto y de fiar, pero también como la próxima presidencia de la Unión Europea, siendo parte de la comunidad iberoamericana y miembro activo de todas las grandes organizaciones multilaterales".

Para acabar, también ha deslizado que China juega un papel fundamental a la hora de poder parar la guerra en Ucrania, algo lógico siendo aliado del agresor. Sin ir más lejos, la semana pasada Xi Jinping se vio las caras con Vladimir Putin en Moscú y le presentó lo que han denominado "los 12 puntos para la paz en Ucrania". Este viernes lo hará, verse las caras, con Pedro Sánchez, que finalizará su visita con una conversación con el líder de la Asamblea Popular Nacional de China, Zhao Leji.

Acontinuación puedes ver el discurso entero, en inglés y de unos 10 minutos de duración, de Pedro Sánchez en el Foro de Boao para Asia.