Pánico en Moncloa con el 28-M en Madrid: Ayuso arrasa, Podemos desaparece

La presidenta de la Comunidad de Madrid está muy agradecida a todos los barones del PP por querer contar con ella como antídoto frente a Vox, pero está declinando estas invitaciones para "volcarse" en conseguir la mayoría absoluta en Madrid.

De hecho, solo tiene previsto desplazarse en campaña a Castilla-La Mancha, donde peligra el feudo del barón socialista por antonomasia: Emiliano García-Page.

Las luchas cainitas que se están viviendo entre Iglesias y Yolanda Díaz y que salpican a toda la izquierda, desde a la representante de Más Madrid, Mónica García al candidato socialista Lobato, pueden tener una importante influencia en que Podemos no logre ni siquiera el 5% de los sufragios.

El objetivo de Isabel Díaz Ayuso es lograr la cifra mágica de los 69 escaños que le permitan gobernar en solitario sin tener que depender de los continuos boicots de Rocío Monasterio, como ha ocurrido en el tramo final de esta legislatura. Una "deriva" que llevó a la presidenta madrileña a romper relaciones con el partido de Santiago Abascal en el último pleno de la legislatura.

Pero para que esto ocurra, para que se alce con esa importantísima mayoría absoluta, uno de los factores fundamentales va a ser que se confirme el hundimiento de Podemos; que el partido cuyos hilos mueve en la sombra Pablo Iglesias, no logre ese 5% mínimo de votos que le permita entrar en la Asamblea de Madrid.

Eso supondría que la formación morada seguiría el mismo camino que Ciudadanos en 2021, es decir, ser extraparlamentaria y perder los diez representantes que ahora tiene en la Asamblea madrileña, lo que supondría que el Partido Popular sería el más beneficiado en el reparto de estos escaños.

Desde la Puerta del Sol señalan a ESdiario que, en estos momentos, Podemos conseguiría "raspando" ese cinco por ciento de los votos que le permiten tener representación parlamentaria, lo que podría dejar a Díaz Ayuso con un magnífico resultado -sumar más que toda la izquierda junta- pero a las puertas de la mayoría absoluta.

El "pico y pala" de Ayuso sigue alimentando la expectativas del PP. Y la calle, que la aclama; lo contrario que a Sánchez.

Por eso desde el equipo de Ayuso, donde atesoran una dilatada experiencia en campañas electorales, son conscientes de que quedan "60 días para las elecciones y la izquierda puede levantarse en tan sólo dos días". Es decir, una invitación a "no bajar la guardia" y a embridar la euforia hasta que las urnas confirmen los resultados.

Las luchas cainitas que se están viviendo entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz y que salpican a toda la izquierda, desde a la representante de Más Madrid, Mónica García al candidato socialista Juan Lobato, pueden tener una importante influencia en que Podemos no logre ni siquiera el 5% de los sufragios.

Además, Ayuso alcanzaría esa importantísima mayoría absoluta después de haber roto relaciones con Rocío Monasterio, a la que acusará durante la campaña electoral de haber perjudicado a los madrileños por querer hacerle daño a ella y pedirá el voto para lograr esa victoria que le permita no necesitar el apoyo externo de Vox.

En la campaña del 28-M, Ayuso solo tiene previsto desplazarse en campaña a Castilla-La Mancha, donde peligra el feudo del barón socialista por antonomasia: Emiliano García-Page.

Y ese es precisamente el otro gran activo de Isabel Díaz Ayuso: haber logrado frenar al partido de Santiago Abascal, que en la Comunidad de Madrid no lograría mejorar sus resultados con respecto a 2021 y se quedaría con los mismos 13 escaños. Ayuso, mientras tanto, se consolidaría pasando de los 30 diputados de hace 4 años a los 64, tras adelantar los comicios hace dos años y ahora a lograr esos 69 (39 más que en 2019), toda una proeza que dejaría a Vox sin ningún margen de presión.

No es de extrañar que al resto de los barones del PP les gustaría contar con la presencia de Ayuso de cara a las autonómicas del 28-M como el mejor "antídoto" frente a Vox y la fidelidad de voto que, a pesar de todo, sigue mostrando su electorado.

La presidenta, sin embargo, se volcará en Madrid donde tiene al alcance de la mano volver a hacer historia y alzarse con la mayoría absoluta. Un resultado que consolidará el fenómeno Ayuso e impulsará a Alberto Núñez Feijóo de cara a las decisivas elecciones generales de finales de año.