El pacto secreto de Sánchez y Yolanda Díaz para hundir a Podemos con Sumar
Hay una estrategia consensuada para que el nuevo partido acabe con Pablo Iglesias y le sustituya como socio de Gobierno
La presentación de restando a Podemos confirma la ruptura total y sin remedio de la extrema izquierda española. Hasta el momento, divide más que suma, pero todo forma parte de una estrategia pactada con Pedro Sánchez para dejar fuera de la ecuación al partido de Pablo Iglesias. Buscan sustituir a un partido en declive, desgastado y con una imagen agresiva por otro de la misma piel, pero con distinta fachada, más amable, con una líder que proyecta una imagen irreal de moderación y que está al alza.
En la Mocloa temían hace tiempo una ruptura de sus socios de Gobierno porque eso implica una fragmentación electoral que puede acabar con cualquier aspiración de Sánchez a revalidar la presidencia del Gobierno. Sin embargo, viendo que eso era irremediable apostaron todo a Díaz. Y es que hace mucho que no hay relación directa entre Iglesias/Irene Montero/Ione Belarra y Yolanda Díaz.
Negociar a dos o tres bandas
Cuando el PSOE requiere apoyos para sacar adelante una ley tiene que negociar a dos o tres bandas: Yolanda Díaz por un lado, Podemos por otro, y llegado el caso, los demás socios por otro, desde ERC al PNV pasando por Bildu. Hace mucho que la gallega se independizó de facto de Podemos.
Hace mucho que la gallega se independizó de facto de Podemos.
“Es muy complicado negociar”, confesaba hace muy poco un miembro de la parte socialista del Gobierno. Cuando requieren el apoyo de sus socios de Gobierno, Unidas Podemos, necesitan hablar y pactar por un lado con Díaz y por otro con “Galapagar”, la forma en la que se refieren al politburó de Podemos, con sede en el chalet de Iglesias y Montero. “No hay comunicación entre Díaz y Galapagar”, confesaba el miembro socialista del Ejecutivo, “hay que negociar por separado”.
Todo al 8 rojo
Ante esa realidad, Sánchez ha apostado todo al 8 rojo, a la comunista gallega. Se vio de manera muy evidente el día del debate de la moción de censura de Vox con Tamames como candidato cuando Sánchez cedió a Yolanda Díaz una parte del protagonismo compartiendo con ella el discurso inicial. Eso formó parte de un acuerdo entre ambos, con una estrategia común “sincronizada” con Sánchez, como reconocen en la Moncloa. Tanto es así que aquel discurso que leyó Díaz estaba supervisado y acordado con Sánchez
Tanto es así que aquel discurso que leyó Díaz estaba supervisado y acordado con Sánchez
Poco después, Díaz, que llevaba meses jugueteando con la idea de Sumar, anunciaba que iba a hacer un anuncio importante precisamente en el acto de este domingo en el polideportivo Magariños de Madrid. Quedó claro entonces que iba a dar carta de naturaleza a su decisión de presentarse como candidata de Sumar a las próximas elecciones generales, lo que finalmente se ha confirmado.
Yolanda Díaz sabía entonces que Podemos y Pablo Iglesias no iba a estar porque no le iba a dar la oportunidad de sumarse. Está perfectamente medido. Ha tallado Sumar con el cuchillo de dividir y con el de apuñalar a Iglesias. El pacto entre Díaz y Pedro Sanchez incluye la aniquilación de Iglesias o el intento de aniquilación, que ya veremos cómo sale eso.
El pacto entre Díaz y Pedro Sanchez incluye la aniquilación de Iglesias o el intento de aniquilación, que ya veremos cómo sale eso.
Los dos le deben lo que son: Iglesias es el muñidor de la coalición Frankenstein que ha permitido que Sánchez sea presidente y Yolanda Díaz fue aupada a la categoría de líder de Unidas Podemos por el dedo gracioso del “coleta”, sobrenombre que siempre le acompañará a pesar de habérsela cortado hace ya casi dos años. Ahora le han traicionado y quieren rematarle confiando en que el 28-M el batacazo electoral de Podemos sea de tal calibre que deje en la UCI a Iglesias. Sumar estaría ahí para darle la puntilla.
En todo caso, el papel lo aguanta todo. Otra cosa es la realidad. Ya veremos, pero al plan se le detecta un fallo que puede ser decisivo: pase lo que pase con Sumar, tras las elecciones generales de diciembre es muy probable que si Sánchez tiene opciones de gobernar éstas pasen por engatusar otra vez a Rufián y Otegi. Y ahí el papel de Iglesias ha sido totalmente decisivo. Es el cemento que ha mantenido unida la coalición que sustenta al Gobierno. Sin Iglesias parece complejo lograrlo y con Iglesias a la contra se antoja casi imposible.
...pase lo que pase con Sumar, tras las elecciones generales de diciembre es muy probable que si Sánchez tiene opciones de gobernar éstas pasen por engatusar otra vez a Rufián y Otegi