Génova se frota las manos con el efecto boomerang del "experimento Yolanda"
Con el 28-M como meta, el PP echa las cuentas de cómo catapulta a Feijóo el "experimento" Díaz, que ya le ha está robando votos a Sánchez y, hasta el momento, no logra doblegar a Iglesias.
Los números no engañan y el horizonte de que haya tres fuerzas políticas que se disputen el espacio de la izquierda en las elecciones generales de finales de año puede tener efectos devastadores para Pedro Sánchez en la misma proporción que beneficios en la carrera a la Moncloa de Alberto Núñez Feijóo.
La ley D'Hont que rige el reparto de escaños en nuestro país puede ser demoledora y dejar a Sánchez sin la presidencia del Gobierno si la formación que maneja sin disimulo Pablo Iglesias, Unidas Podemos, no consigue el 9% de los votos que estipula esta ley en las provincias donde se reparten entre 7 y 10 escaños o el 15% en las que se reparten entre 3 y 5 y se queda sin representación parlamentaria.
Aritméticamente, Alberto Núñez Feijóo sería el gran beneficiado y también Vox, que se alzaría con un decisivo tercer puesto en las generales de finales de año, con lo que un gobierno del PP estaría garantizado, como viene advirtiendo, por cierto, el propio Pablo Iglesias. De hecho, la ensalada de siglas tuvo efectos demoledores para la izquierda en Andalucía y "catapultó" a Juan Manuel Moreno a la mayoría absoluta.
El dedazo, primero de Iglesias y ahora de Sánchez, "por mucho que se haga un paripé de primarias", señalan desde la calle Génova, podría encaminar el desenlace a la vieja y sabia máxima: los experimentos... con gaseosa.
Una preocupación que recorre el Palacio de la Moncloa, donde son conscientes de que todavía no se ha medido el impacto real del "experimento" Yolanda Díaz en unas elecciones, más allá de que el presidente del CIS, José Félix Tezanos, siga al pie de la letra las instrucciones de Moncloa para echar una mano a la que ya sueña con ser "la primera mujer presidente del Gobierno de España", como ella misma ya se ha autoproclamado.
La "moción Tamames" evidenció la pinza entre Sánchez y Yolanda. Pero el PP ve que puede sacar rentabilidad al "experimento".
De hecho, no hay ningún sondeo, salvo ese CIS de Tezanos, que garantice, que incluso yendo juntos y alcanzando un acuerdo in extremis entre Sumar y Podemos, se pueda reeditar el Gobierno Frankenstein y ese es el cálculo que hace precisamente Iglesias. De hecho, en estos momentos, los sondeos les sitúan. incluso aunque hubiera acuerdo, en el 12% de los votos, porcentaje claramente insuficiente para reeditar el actual Gobierno.
Es más, habida cuenta de que el CIS, además de situar a Yolanda Díaz como la líder política más valorada por encima del propio Pedro Sánchez, recoge que esa alta aceptación proviene, en un 25%, de los votantes socialistas, el PP advierte de los riesgos que está asumiendo Sánchez para frenar su imparable desgaste.
Lo decía gráficamente el portavoz de campaña del PP, Borja Semper, al señalar que "el roto de lo va a hacer a Sánchez. Cuidado con las marcas blancas" a la luz de todos los sondeos, externos e internos, que maneja el PP.
Los números no engañan y el horizonte de que haya tres fuerzas políticas que se disputen el espacio de la izquierda en las generales de finales de año puede tener efectos devastadores para Sánchez en la misma proporción que beneficios en la carrera a la Moncloa de Feijóo.
El otro gran argumento que van a utilizar los populares es reivindicar el "liderazgo de Feijóo frente a un Gobierno tripartido desnortado, marcado por la división" al que ya le auguran el futuro de la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, que ha perdido las elecciones en favor del centro-derecha, porque, según Semper, los electores se han cansado de los "políticos molones y quieren eficacia".
El dedazo, primero de Pablo Iglesias y ahora de Pedro Sánchez, "por mucho que se haga un paripé de primarias"señalan desde la calle Génova, podría encaminar el desenlace a la vieja y sabia máxima: los experimentos con gaseosa.