La segunda visita de Don Juan Carlos pone a prueba la relación con Felipe VI

El rey Don Juan Carlos ya está en España donde pasa sus primeras horas en el domicilio de su buen amigo, Pedro Campos. Unas primeras horas marcadas por una mayor discrección que en su primera visita a Galicia en la que protagonizó un auténtico show mediático. No en vano, en esta ocasión el emérito pone a prueba su relación de futuro con su hijo.

. Por segunda vez tras su marcha a los Emiratos Árabes el emérito pisa nuestro país y lo hace, de nuevo, para disfrutar de las jornadas de vela en Sanxenxo. Como ocurrió el año pasado, la localidad gallega ha recibido con alegría la noticia de la visita del que fuera jefe del Estado durante más de 40 años. Por otro lado, y como no podía ser de otra forma, la izquierda política de nuestro país aprovecha la oportunidad para atacar al padre de Felipe VI y airear sus problemas.

En un vuelo privado procedente de Londres, donde este martes asistía al partido entre el Chelsea y el Real Madrid, el emérito ha llegado a Galicia a las 13,38 horas, más de una hora y media después de lo previsto, ya que se esperaba que su avión tocase tierras gallegas a eso de las las 12,00 del mediodía. Una vez allí, el rey Juan Carlos se ha desplazado en coche hasta la citada localidad donde va a participar con su barco, el 'Bribón', en una regata del campeonato español de vela este fin de semana.

El sector hostelero de la turística localidad gallega, los vecinos y sus visitantes encuadran en la "normalidad" el segundo viaje en menos de un año a Sanxenxo. En la primera, estuvo alojado en la casa de su amigo y presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo, Pedro Campos. Una circunstancia que se va a repetir en esta segunda ocasión. Aquellos días, más de 200 profesionales de medios de comunicación se desplazaron hasta esta población pontevedresa para cubrir el fin de semana que el exjefe del Estado pasó allí.

El presidente gallego, contento con la llegada de Juan Carlos

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha reiterado que la visita del rey emérito "no es una mala cosa, sino todo lo contrario", especialmente desde el punto de vista de la promoción turística de la comunidad gallega. A preguntas de los periodistas durante un acto en Salvaterra, Rueda ha insistido en que "no hay ningún tipo de comunicación oficial por lo menos a la Xunta", con lo cual "se trataría de un viaje eminentemente privado".

Más allá de estas declaraciones, ha querido evitar valoraciones personales sobre su presencia y las circunstancias que la rodean, puesto que, tal y como ha expresado, no le corresponde hacerlas.

También a favor de la misma se ha mostrado el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, asegurando que "es libre, es español y puede entrar cuando él considere". Además, ha rehusado valorar el malestar que este viaje puede haber generado o no en Zarzuela alegando que es una cuestión que a los políticos no les "atañe contestar ni valorar".

La izquierda, contra el monarca

Los que si se creen en la potestad de juzgar y dar juicios de valor acerca de esta visita es la izquierda política de nuestro país que, como no podía ser de otra forma, aprovecha la ocasión para lanzarse a la yugular del monarca. Lo hicieron este martes en las diversas ruedas de prensa desde el Congreso de los Diputados y lo vuelven a hacer el día de su llegada a España.

La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha calificado de esperpéntica y de vergüenza ajena la visita del rey emérito a España. Previamente, el ministro de Consumo y coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, considera que la visita del emérito que viaja este miércoles al municipio gallego de Sanxenxo, está "absolutamente fuera de lugar" y "daña" a la imagen de España e incluso a la monarquía.