Expectación real: Zarzuela mira con lupa a Juan Carlos y Felipe envía un mensaje
El Rey reclama que “hacen falta referencias éticas” cuando su padre está de vuelta en Sanxenxo en una visita que no ha sido consensuada con la Casa Real y que marcará el devenir padre-hijo
El rey emérito, Juan Carlos I, está de vuelta a España en una visita de cuatro días a Sanxenxo para participar en las regatas. Un viaje con gran expectación y que todos mirarán con lupa este jueves, empezando por Zarzuela, ya que en esta ocasión Juan Carlos I no ha consensuado con la Casa Real el devenir de esta visita puede marcar las relaciones con su hijo, el Rey Felipe VI, que se encuentran ahora en un punto muy frío.
Once meses después de su primera visita a la localidad gallega, en la que Juan Carlos I hizo una exhibición que no gustó la Casa Real, el Rey Emérito ha optado por una vuelta, por ahora, más discreta, sin exposición pública pese al gran interés mediático que ha vuelto a suscitar. Esto se debe a no querer irritar más a Felipe VI, al que no ha gustado esta nueva visita de la que se enteró tras una filtración y no por estar organizada.
Padre e hijo, Jefe del Estado actual y Rey Emérito, no se van a ver en esta ocasión -en la anterior sí hubo un almuerzo con la familia en Zarzuela- y han congelado sus conversaciones después de la anterior visita a Sanxenxo tras la que incluso Juan Carlos I planteó volver a vivir a España. En el entorno de Felipe VI no gustan las contraprogramaciones de Juan Carlos I y su entorno y lo que pase estos días en Sanxenxo puede marcar si rompe más con su hijo o no.
Mientras, Felipe VI lanza mensajes y en su visita a Ronda, a 900 kilómetros de su padre, ha defendido “la necesidad de ser siempre un ejemplo a seguir en un momento en que en la sociedad española necesita referencias éticas”, al mismo tiempo que ha dejado claro que “el privilegio solo puede entenderse como servicio a los demás”.
Felipe VI en Ronda este miércoles mientras su padre aterrizaba de nuevo en España.
Y mientras tanto, en el plano político, algunos han aprovechado la visita de Juan Carlos I para generar más ruido. La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha tildado de "esperpento" el regreso del Rey Emérito y su comportamiento de “vergüenza ajena”, vendiendo que por ello “cada vez más ciudadanos desean poder elegir de manera democrática la Jefatura del Estado”.
Silencio en el PSOE
El lado socialista del Gobierno ha optado por guardar silencio, mientras que desde el PP el vicesecretario de Economía, Juan Bravo, ha defendido que Juan Carlos I “es libre, es español y puede entrar cuando él considere, como no puede ser de otra manera”, por lo es una cuestión que a los políticos no les "atañe contestar ni valorar".
Es más, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, ya dejó claro que Juan Carlos I "no tiene asuntos pendientes" y que si fuera presidente del Gobierno no tendría problema en que volviera a vivir a España, algo que destensaría las relaciones con Felipe VI, pues desde Moncloa se presiona a la Casa Real con este asunto.
Bildu y ERC, al ataque contra la Corona
ERC y Bildu, por su parte, han intentado convertir esta visita privada del Rey Emérito en un asunto de Gobierno, reclamando la comparecencia en el Congreso de los ministros de Presidencia, Félix Bolaños, y de Hacienda, María Jesús Montero, para que expliquen la situación actual del rey Juan Carlos y los posibles gastos públicos derivados de sus visitas a España.