El misterio de Pedro Sánchez con Marruecos: ni sus ministros tienen información
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz acordaron no airear el asunto de Marruecos para "no excitar" a Podemos. La estrategia fracasó. Y los ministros no entienden el porqué de tanto secretismo.
Pedro Sánchez con Mohamed VI, en 2018 en el Palacio Real de Rabat
Silencio y más silencio. Y desde hace meses. Esa es la respuesta que está manteniendo Pedro Sánchez cada vez que se le pregunta por Marruecos: notoriamente nervioso trata de desviar la atención hacia otros asuntos. Incluso después de comparecer este miércoles en el Congreso para, supuestamente, aclarar todas las incógnitas del giro de la posición del Ejecutivo con respecto al Sáhara, lo cierto es que no despejó ninguna duda.
Para empezar, todavía no tenemos una explicación del Presidente del Gobierno que arroje luz sobre el fulminante cese de Arancha González Laya como ministra de Exteriores. Fue el pasado 12 de julio de 2021 cuando entregó -en medio de una amplia remodelación del Gobierno que se llevó por delante a Carmen Calvo, Ábalos e Iván Redondo- la cartera.
Lo único que está claro es que la acogida en abril del 2021 del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en el Hospital San Pedro para ser tratado de coronavirus ocasionó una crisis diplomática con Marruecos sin precedentes. Así, el 18 de abril de hace dos años un avión procedente de Argelia aterrizaba en la base militar de Zaragoza. El Gobierno de Pedro Sánchez permitió “por estrictas razones humanitarias” que el líder del movimiento de liberación saharaui, enfrentado con Marruecos por clamar el Sahara Occidental, entrase en España con identidad falsa y sin dejar rastro.
Y a partir de ahí todo cambió. Tan solo un mes después de la secreta entrada de Brahim Ghali en España, los móviles de Pedro Sánchez y Margarita Robles fueron infectados con el software espía Pegasus. Así, los espías consiguieron casi 3 gigabytes de información en dos ataques: uno se produjo el 19 de mayo de 2021 y el otro el 31 de ese mismo mes. Y todo bajo un contexto de máxima tensión con Marruecos cuando, el 17 y 18 de mayo, llegaron a las costas de Ceuta 6.000 migrantes de manera irregular sin que las fuerzas de seguridad marroquí lo impidieran.
El CNI no tardó en apuntar, por mucho que lo tratara de negar el Gobierno,
La carta y la información robada: el gran misterio
Nadie sabe nada. Ni tan siquiera los ministros de Pedro Sánchez que, tal y como aseguran fuentes solventes del Congreso a ESdiario, al ser preguntados -en privado- por el supuesto chantaje de Marruecos, niegan conocer alguna información adicional al silencio de Pedro Sánchez.
La callada por respuesta o las piruetas que hace para no contestar cuando se le interpela por Marruecos “no hace más que alimentar las teorías de la conspiración que involucran a Pedro Sánchez y a su mujer, Begoña Gómez, con negocios en Marruecos u otros asuntos de carácter mayor”, sentencia la fuente consultada. Y añade: “lo mejor que puede hacer Sánchez para acallar todas esas teorías es dar explicaciones respondiendo a las preguntas que se le han formulado”. Y lo cierto es que, a día de hoy, nada se sabe sobre qué tipo de información -sensible o no- le robaron a Pedro Sánchez y a otros miembros de su Ejecutivo.
Es más, otra fuente consultada por ESdiario, del entorno del PSOE, incide en que el “asunto de Marruecos lo está llevando exclusivamente Presidencia, esto es, Pedro Sánchez y tan solo están informadas un reducido número de personas de su máxima confianza”. Algo que viene a reforzar tal halo de secretismo que ya se ha convertido en la comidilla del Consejo de Ministros. Nadie entiende el porqué del sigilo.
La otra pregunta del millón y que también carece de respuesta o explicación es: ¿quién escribió la carta con la que Pedro Sánchez cambió unilateralmente la histórica posición de España con respecto al Sáhara? Firmada por el Presidente del Gobierno, emplazaba a Mohamed VI, rey de Marruecos, a recibir la visita del Ministro de “Asuntos Europeos”, un ministro que no existe en España. Y no se sabe si es un ministro o dos en uno: líneas más arriba, en esa misma carta, pedía la recepción de dos ministros -en vez de uno-. Y a estas confusiones, hay que sumarle la mala sintaxis de la misiva: “espero que nuestros dos ministros fijarán…”, se lee en la carta.
“Parece que es una carta firmada por Pedro Sánchez pero escrita por una persona que no habla correctamente el español”, incide una de las personas consultadas por ESdiario.
El pacto entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz para controlar a Podemos
Pedro Sánchez pidió a Yolanda Díaz no airear en campaña el unilateral cambio de posición al que llevó a España con el Sáhara para “no excitar a los de Podemos”, asegura la fuente del entorno del PSOE consultada. Y Yolanda Díaz aceptó. Aunque en una entrevista con Jordi Évole en La Sexta, emitida el pasado domingo, calificó a Marruecos como una “dictadura”. “No le quedó más remedio que calificar a Marruecos como una dictadura en esa entrevista, porque es lo que es, qué va a decir; pero el pacto con Sánchez se dio”, sentencia a ESdiario la persona consultada.
Un buen número de diputados del PSOE, en contra de Pedro Sánchez
Lo que está claro es que ese pacto entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz no está resultando. Los de Podemos están explotando día sí y día también el asunto del Sáhara. Convertidos en oposición dentro del Gobierno ya tripartito, los de Irene Montero e Ione Belarra defienden la celebración de un referéndum en el Sáhara y no la unilateral cesión de Sánchez a Marruecos.
El PSOE se quedó solo. Nadie más, ni Podemos ni sus habituales socios, tampoco el PP o VOX, comparten la propuesta marroquí de autonomía que Sánchez ha defendido. A la proposición de ley de Unidas Podemos del pasado mes de febrero en favor del pueblo saharaui se han unido todos los partidos, salvo el PSOE.
Y menos mal que existe la disciplina de voto. Porque de no conllevar multas y aperturas de expedientes el que un diputado vote en contra de la posición de su partido, muchos diputados del PSOE irían en contra de Pedro Sánchez. “Hay más de un 30% de diputados del PSOE en contra de la posición de Sánchez con respecto al Sáhara”, señala la fuente del entorno socialista consultada.
En conclusión, existe una confusión dentro del propio Gobierno de Pedro Sánchez por su secretismo en relación a Marruecos y un profundo malestar en las filas del PSOE por su unilateral e incomprensible, para muchos, posición pro Marruecos.
