Yolanda Díaz eclipsa a Pedro Sánchez y calla a Irene Montero con el ‘sí es sí’
La líder de Sumar, Yolanda Díaz, asistió de imprevisto al Congreso para votar la reforma de la ley del 'solo sí es sí': se distanció del PSOE y aplacó las críticas de Podemos.
La necesaria reforma de la ley del solo sí es sí que se votó este jueves en el Congreso nos dejó dos claros titulares: la ausencia de un Pedro Sánchez y la imprevista asistencia de Yolanda Díaz.
La presencia de Yolanda Díaz en el Congreso no estaba prevista puesto que este jueves, de madrugada, volvía de un viaje relámpago a Nueva York para intervenir ante la Asamblea General de la ONU. Es más, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, votó telemáticamente -a pesar de su final asistencia al pleno- porque así se lo había solicitado a la Cámara Baja al prever no asistir a la votación.
Y lo más destacable ya no es su asistencia sino el gran esfuerzo que tuvo que hacer para asistir: este jueves llegó a España de madrugada habiendo sumado dos vuelos transoceánicos en poco más de 48 horas -desde el lunes-. Es decir, aterrizó en España y poco después apareció en el Congreso. Y la pregunta es ¿por qué? Tal ahínco por figurar en el pleno y, consecuentemente, aparecer en las fotos solo puede responder a una estrategia de marketing político y, sobre todo, electoral.
Yolanda Díaz aprovecha la huida de Pedro Sánchez a Doñana
ESdiario realizó un sondeo en el Congreso y la opinión mayoritaria entre los diputados consultados es que Yolanda Díaz ya tiene una agenda propia y diferente a la del Gobierno del que forma parte: “ella está centrada en su proyecto Sumar y lo más probable es que un asesor le haya dicho que ahora es necesario dar la cara y sacar tajada de todo”, expresa un diputado. Es decir, aunque a Pedro Sánchez no le compense que su vicepresidenta dé que hablar al asistir a un pleno en el que se evidenció la total ruptura del ya Gobierno tripartito -PSOE, Podemos y Sumar-, a Yolanda Díaz le favorece que hablen de ella para conseguir votos.
Pedro Sánchez, en este sentido, optó por no asistir. Más bien por escapar a Doñana. Sabía que la buscada y ansiada imagen de las muecas o mirada cabizbaja al ser azotado por sus ministras de Podemos no le favorece. Y, aunque moralmente reprochable su huida a Doñana en una votación tan transcendental, en términos estratégicos era lo más lógico que podía hacer. Algo que supo usar a la perfección la vicepresidenta y ministra de Trabajo.
La estrategia de Yolanda Díaz: apoyo a Podemos pero sin intensidad
Aprovechando tal ausencia, Yolanda Díaz consiguió acaparar todo el protagonismo del día: uno, por lo que votaba -en favor del PSOE o de Podemos- y, dos, por si aplaudía o no.
Si bien apoyó a Podemos votando que no a la reforma impulsada por el PSOE -debe seguir la disciplina de voto y votar lo que Unidas Podemos-, el aplauso que dio a Irene Montero fue del todo insulso. Una de cal y otra de arena.
“Es de chiste el aplauso que Yolanda Díaz dio a Irene Montero tras su intervención, prácticamente ni separaba las manos, se notaba que lo dio por compromiso”, comentó otro diputado a ESdiario. A pesar de que las cámaras del Congreso no captaron ese momento, el tibio aplauso de Yolanda Díaz era la comidilla que se escuchaba por los pasillos del hemiciclo.
El mensaje que quiso lanzar la ministra de Trabajo es claro y se enmarca en una total clave electoral. Así, con su asistencia al pleno quiso demostrar que es más de izquierdas que Pedro Sánchez, que no se amilana, y que, por tanto, su partido Sumar no es lo mismo que el PSOE; mientras que con su tibio apoyo a Irene Montero e Ione Belarra, expresa que las formas de Podemos no le gustan pero aplaca toda posible crítica o reproche que el partido morado le pueda hacer.
En conclusión, Yolanda Díaz no hace nada improvisado. Todo está medido y pensado. Ella sigue su propio camino, el de Sumar. Y hoy salió del paso eclipsando -o traicionando- a su creador Pedro Sánchez y aplacando las posibles críticas de Podemos. Cría cuervos y te sacarán los ojos.