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El sector inmobiliario desmonta a Pedro Sánchez ‘el constructor’: “es imposible”

El presidente de la mayor asociación del sector inmobiliario en España alerta de que la Ley de Vivienda va en contra "del sentido común" y agravará el problema de oferta en España.

Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno, en el Congreso de los Diputados

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Pedro Sánchez lleva ya más de 400.000 viviendas prometidas en sus cinco años como Presidente del Gobierno. En estos últimos cuatro días, concretamente, prometió casi 200.000 si sumamos todos los anuncios que fue desperdigando por todos los foros en los que circuló. En el Congreso prometió viviendas, desde La Moncloa otras tantas y también, en el día de ayer, desde el Senado. Y es una obviedad argumentar que es imposible construir 200.000 viviendas en poco más de medio año que resta de legislatura. La mentira es de tal calibre que cae por su propio peso.

En este sentido, el PSOE encontró un filón electoral de cara a los próximos comicios autonómicos y municipales. Es más, la campaña de Pedro Sánchez ‘el constructor’ únicamente se está centrando en anunciar la construcción de nuevas viviendas públicas y creen, firmemente, los gurús de La Moncloa que les está funcionando la jugada.

Más allá de que sea simplemente una estrategia electoral para tratar de conservar votos y cosechar otros tantos, lo que subyace bajo los anuncios de Pedro Sánchez enmarcados en la Ley de Vivienda es una total guerra contra la propiedad privada.

Los agentes inmobiliarios rechazan la Ley de Vivienda

El presidente de la de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias, la mayor organización del sector inmobiliario en España, no duda en mostrar su rechazo a la Ley de Vivienda y la honda preocupación del sector.

“Los agentes inmobiliarios estamos francamente preocupados ante la proximidad de la aprobación de una ley que no va a resolver ninguno de los problemas que tenemos en España, relativos al acceso a la vivienda”.

A esa preocupación del sector, hay que sumarle la frustración que estas falsas promesas generará en muchas familias en riesgo de pobreza y, consecuentemente, vulnerables. Muchas personas que, en efecto, están malviviendo al no tener acceso a una vivienda digna encontrarán una esperanza en las palabras de Sánchez que durará hasta después de las elecciones. Tras los comicios, entenderán, como ocurrió con las ayudas a los damnificados por el volcán de La Palma, que esto no es más que un señuelo para revertir la caída libre a la que el PSOE se está viendo abocado -ya tendencialmente- en los sondeos privados.

“Al final, lo que se están generando son una serie de expectativas que, quizá, lo que van a provocar, a corto plazo, es una gran frustración porque la gente se va a dar cuenta de que esas viviendas no están ni se las esperan”, expresa el presidente de FAInmo Jose María Alfaro.

Mínimo tres años para construir una parte de las viviendas prometidas

En el hipotético caso de que Pedro Sánchez encontrara el suelo, hiciera los trámites precisos, las promociones -bien en fórmula pública bien en fórmula privada-, las edificaciones y consiguiera, finalmente, llegar a la fase de ejecución de la construcción de las casi 200.000 viviendas prometidas en los últimos cuatro días, haría falta un mínimo de tres años para ver un pequeño puñado de ellas construidas. Muchos más años para materializar la construcción de todas ellas.

“En el mejor de los casos, podríamos estar hablando de no menos de tres años. En el peor de los casos, dependiendo del origen y del estado del suelo podemos extendernos fácilmente a 6,8,10 o 12 años”, alerta el sector inmobiliario.

Las viviendas de la Sareb no están en ‘zonas tensionadas’ y son tóxicas

Más allá de las viviendas que Pedro Sánchez afirmó que construirá, la otra promesa es la de poner inmuebles del conocido como ‘banco malo’ en alquiler. Otra falsa promesa.

Para empezar, como avanzamos en ESdiario, la mayoría de las viviendas de la Sareb no se encuentran en las grandes ciudades -donde reside el problema de oferta-. Se encuentran, empero, en zonas no tensionadas donde no existe ningún problema de vivienda.

Y ni eso. Otro realidad que nos ocultó Pedro Sánchez en su anuncio es que incluso aquellas viviendas de la Sareb que se encuentran fuera de las zonas tensionadas no están disponibles para ser habitadas. Las viviendas habitables de la Sareb ya fueron vendidas. Ahora queda lo tóxico de lo tóxico y otras tantas están okupadas.

“El anuncio que se hizo sobre las viviendas de la Sareb, los que estamos aquí antes de la crisis, sabemos perfectamente lo que son las viviendas de la Sareb. Ya en su momento eran activos tóxicos inmobiliarios; una parte ni siquiera eran viviendas. A día de hoy podríamos decir que lo que queda es lo tóxico de lo tóxico, es decir, que quedan viviendas que están desubicadas o están inaccesibles sin poder ser ocupadas”, inciden desde el sector inmobiliario.

El Gobierno va en contra de la solución del problema

El problema que existe en España con la vivienda está claro. Todos compartimos el diagnóstico. Y es que hay una escasez de oferta sobre todo en las grandes ciudades pero el Gobierno va en contra de todo sentido común al obstaculizar la solución al problema: precisamente el aumento de la oferta de viviendas.

“Sabemos que no se puede satisfacer la alta demanda que hay en determinadas ciudades españolas grandes. Ante esto, lo que se puede es utilizar el sentido común aplicando políticas claramente incentivadoras de la oferta y que irían en dos líneas: 1) la generación de oferta de obra nueva mediante suelo público en régimen de alquiler con colaboración público-privada; y 2) se trataría de ofrecer salidas a esa cantidad de viviendas que no se ponen en alquiler”, explican desde el sector inmobiliario.

La Ley de Vivienda impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez va totalmente en dirección contraria al remedio: se penaliza al tenedor de vivienda que potencialmente puede poner su vivienda en alquiler y se favorece a los okupas que incrementan la inseguridad jurídica desincentivando el arrendamiento.

“Esto no tiene ningún sentido, es como una huida hacia delante. Y es tan sencillo como poner más vivienda en el mercado del alquiler, incentivando la vivienda existente y creando obra pública y vivienda en régimen de alquiler”, sentencia el presidente de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias.

La okupación, un gran problema en España

Ya no solo es que sea imposible construir las viviendas que prometió Pedro Sánchez o que no existan los inmuebles de la Sareb que anunció, es que desde el Gobierno están negando un creciente problema en España: la okupación. Un problema que, concretamente, se incrementó en un 50% en los últimos años.

“La okupación se consiente en muchos casos y en otros se plantea la posibilidad de regularizarla. La preocupación existe debido a que nuestros clientes nos preguntan constantemente porque tienen miedo. Buscan herramientas que, en definitiva, protejan su propiedades y esto es lo que es peligroso, que se esté atacando la propiedad privada”, avisan desde el sector inmobiliario.

El problema claro que existe. Y clara muestra de ello es la creciente preocupación de muchos propietarios que temen que su vivienda que constituye, para muchos, el activo-ahorro de toda una vida sea okupada y no tengan posibilidad de recuperarla en un largo periodo de tiempo -si es que la llegan a recuperar-.

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