Así fue el camino de gloria de Morante: a hombros desde la Maestranza al hotel
El de La Puebla del Río salió aupado por la Puerta del Príncipe entre una multitud que lo vitoreaba y que decidió de manera espontánea llevarlo en volandas hasta el hotel Colón, algo único.
El torero Morante de La Puebla.
Tarde para la historia la de este miércoles 26 de abril en la Feria de Abril de Sevilla. Una frase que se ha escrito mucho pero que en esta ocasión tiene más sentido que nunca ante la faena de Morante de La Puebla. El torero sevillano levantó las pasiones como pocas veces se ha visto en el coso hispalense y tras cortar dos orejas y un rabo, no solo salió en hombros por la Puerta del Príncipe, sino que le llevaron en volandas desde ese punto tan icónico de la Maestranza hasta el hotel Colón, el habitual de los toreros que participan en la Feria de Abril.
Su actuación con 'Ligerito' dejó, para suerte de los presentes y según los expertos, una faena única e irrepetible.
Nada más morir el último de la tarde decenas de personas saltaron al ruedo para ser partícipes de este momento tan especial. La vuelta al ruedo ya fue intensa pero la pasión se desbordó cuando se abrió la Puerta del Príncipe en la que no cabía ni un alma para homenajear a Morante. La tradicional furgoneta que lleva a los toreros hasta ese hotel Colón no podía pasar ante la muchedumbre y, en medio de la vorágine de emociones, decidieron llevarlo a hombros hasta allí.
La gente se fue sumando y la cantidad de personas aumentaba a cada calle por la que pasaba el matador. Desde la calle Almansa, pasando por Santas Patronas, Reyes Católicos, la Magdalena y con la llegada hasta la misma puerta del Hotel, decenas de personas formaron parte de la procesión de gloria de Morante de la Pueblo. 700 metros de apoteosis torera que dejaron una tarde para el recuerdo en la Feria de Abril de Sevilla y por supuesto para el torero local.