El "derrape" de Moncloa con Bolaños boicotea todo el plan de los barones el 28-M
El ministro de Presidencia, por orden de Sánchez, ha llevado la campaña del 28-M al escenario del que huyen despavoridos los barones y alcaldes candidatos a la reelección: Madrid.
Félix Bolaños, en un acto del PSOE.
Moncloa lo ha vuelto a hacer. Ignorar a Ferraz y ningunear las peticiones de los barones y alcaldes socialistas para las primeras estrategias de la precampaña y la inmimente campaña de las municipales y autonómicas.
El error Bolaños -como ya se le conoce en los círculos territoriales socialistas-, la bronca por Doñana (que en realidad es la del agua) y la decisión del núcleo duro de Pedro Sánchez en convertir a Alberto Núñez Feijóo en el eje del debate, ha provocado los primeros recelos de los candidatos socialistas al 28-M, según confirman a ESdiario fuentes socialistas de al menos tres Comunidades Autónomas.
El pacto era tácito y se consensuó hace semanas. Libertad de discurso y autonomía en los mítines de los Emiliano García Page, Javier Lambán, Ximo Puig, Adrián Barbón, Concha Andreu y María Chivite. Y la campaña paralela de Pedro Sánchez usando el BOE en su auxilio.
Los barones tienen la pelota del 28-M en el tejado del que huían despavoridos: el del Palacio de la Moncloa y la Puerta del Sol. Y tienen pánico a una campaña convertida por Sánchez en un primer round de las generales. “Esa no es nuestra liga”, se lamentan
De ahí los primeros anuncios sobre la vivienda o la Formación Profesional con manguerazo de millones de euros públicos para dopar las campañas de los candidatos socialistas. Y una cuidada elección de las plazas a las que acudirá Sánchez, previo plácet del barón correspondiente, siempre en función de las encuestas internas sobre simpatías.
Bolaños, por orden de Moncloa, ha llevado la campaña del 28-M del escenario del que huyen despavoridos los barones y alcaldes: Madrid.
Sin embargo, sea por los nervios por los sondeos o por la sumisión de Ferraz al núcleo duro de Sánchez, el esperpento de Bolaños el 2 de mayo y la filtración a El País de la reunión de Feijóo con fiscales ha provocado el efecto contrario que buscaban los candidatos territoriales: "desnacionalizar" la campaña para llevarla a la carpeta de la gestión. Es decir, que cada cual vendiera sus logros y explotase el “factor cercanía y proximidad”
Y así, los barones tienen la pelota del 28-M en el tejado del que huían despavoridos: el del Palacio de la Moncloa. Y tienen pánico a una campaña convertida por Sánchez en un primer round de las generales. “Esa no es nuestra liga”, se lamentan todas las fuentes consultadas.