La falsa renuncia de los asesinos de ETA para lavar la imagen de Bildu y Sánchez
A través de un comunicado renuncian "en la medida de lo posible". Una decisión cosmética y falsa. Podrían haberlo hecho con todos los efectos y ocupar su lugar los suplentes en las listas.
La presión social, mediática y especialmente la indignación de la gente ante lo que era un auténtico sin sentido parece haber hecho mella tanto en EH Bildu como en Pedro Sánchez, que seguro se ha visto obligado a dar un toque a sus socios en un año electoral tan importante. Que uno de los aliados del Gobierno lleve en sus listas siete asesinos condenados, por mucho que digan estar arrepentidos, no es la mejor publicidad para hacer campaña.
Por ello los siete etarras con delitos de sangre que forman parte de las listas del 28 de mayo del partido que dirige Arnaldo Otegi en el País Vasco han renunciado, "en la medida de los posible", a concurrir a las mismas y según ellos no asumirán sus cargos tras los comicios de dentro de dos semanas. Una medida que parece del todo cosmética y falsa, encaminada a lavar la imagen tanto de los de Otegi como del propio Sánchez para que les afecte lo menos posible en las urnas. Por cierto, algo que al líder socialista no pilla por sorpresa ya que, desde hace tiempo, ya sabía que los etarras eran parte de Bildu.
De hecho se puede considerar una renuncia a medias. Primero, porque se justifican asegurando que no renuncian porque no pueden. Una afirmación que es mentira, ya que las listas también las forman suplentes que podrían ocupar sus puestos de haber renunciado los titulares en las 48 horas posteriores a la presentación de las listas (artículo 48 de la ley electoral), durante el plazo de subsanación que establece esa norma.
Segundo porque a lo que renuncian es a aceptar el cargo. Es decir, si salen elegidos aseguran que no recogerán su acta de concejal. Algo que está por ver. Hay que creer en la palabra de un asesino. Y a todo esto, parece que con esta decisión ya está todo solucionado. Que Bildu no son los herederos de ETA cuando en esas listas siguen incluidas 37 personas que se ha probado que han sido miembros de la banda terrorista. Y tercero, porque seguirán haciendo campaña de cara a esos comicios del 28 de mayo.
Comunicado de los siete etarras con delitos de sangre
Los etarras condenados por participar en asesinatos de manera directa o indirecta han comunicado la decisión mediante una carta al medio vasco Naiz. En ella justifican sus motivos. De sus explicaciones se extrae que no renuncian porque les parezca mal o inmoral, sino porque afecta a las opciones electorales del partido filoetarra. De no pasar lo que ha pasado todo seguiría igual y ellos no habrían cambiado de opinión.
Abajo, en la firma, aparecen estos siete miembros de ETA con delitos de sangre: José Antonio Torre Altonaga, Asier Uribarri Benito, Lander Maruri Basagoiti, Begoña Uzkudun Etxenagusia, José Ramón Rojo González, Juan Carlos Arriaga Martínez y Agustín Muiños Díaz.
A continuación puedes leer el escrito completo:
La inclusión de nuestros nombres en las candidaturas de EH Bildu en nuestras respectivas localidades ha levantado una gran polvareda política y mediática. Se ha citado a 44 candidatos, la mayoría de los cuales fueron condenados bajo la estrategia de ‘todo es ETA’ que persiguió actividades estrictamente políticas y que condujo a la conculcación de derechos civiles y políticos de muchos ciudadanos y ciudadanas. Se haría flaco favor a los mínimos principios democráticos si se da por bueno que dichos derechos se puedan seguir pisoteando.
Nuestros casos concretos han sido más destacados por los hechos por los que fuimos condenados. No vamos a negar ahora nuestra militancia del pasado ni la responsabilidad que asumimos con ello.
La configuración de las listas en nuestros respectivos municipios ha alcanzado una indudable trascendencia, que nos obliga, por diferentes motivos, a retirar nuestras candidaturas en la medida posible y a asegurar que en ningún caso tomaremos el cargo de concejal.
Con esta decisión nos queremos dirigir en primer lugar a las víctimas de ETA y, en general, a todas las personas que han sufrido en este conflicto, para mostrar así nuestro compromiso para que ni nuestras palabras ni nuestras acciones añadan jamás el más mínimo padecimiento al ya habido.
Queremos resaltar que desde el inicio participamos en el cambio de estrategia de la izquierda abertzale producido hace ya más de una década, y que asumimos su apuesta inequívoca por vías exclusivamente políticas y democráticas.
Asimismo, nos sumamos expresamente a la Declaración del 18 de Octubre como una mirada autocrítica sobre el ciclo de enfrentamiento anterior. No está en nuestro ánimo ocultar el pasado y creemos necesarios los ejercicios de memoria sinceros, constructivos y completos. No queremos un futuro sin pasado, pero tampoco podemos dar por buena la actuación de aquellos sectores reaccionarios que quieren condenar a nuestro país a un pasado sin futuro.
Resulta bastante obvio que en los últimos días se han impuesto los intereses partidistas y electoralistas que poco o nada tienen que ver con la construcción de la convivencia y la paz, y que el objetivo de la polémica no es otro que el de dañar a EH Bildu, al haber logrado ser un referente ineludible y la principal fuerza transformadora.
A nuestro juicio, no se puede sostener que EH Bildu tenga como objetivo ratificar nuestra trayectoria anterior. A nuestro entender, este proyecto político representa un futuro lleno de esperanza para Euskal Herria que ha logrado la adhesión de numerosas personas y sectores, incluidos muchos que en su día se enfrentaron a nosotros abiertamente, que nos censuraron y condenaron nuestra actuación. Obviamente, su participación en este proyecto colectivo que es EH Bildu no tiene por objeto legitimar a ETA.
Entendemos que EH Bildu se constituyó en un nuevo tiempo como un instrumento para alcanzar la soberanía, la paz y la libertad, para construir un país mejor. Y ese es también nuestro compromiso.