"Plan de choque" del PP contra Sánchez y Bildu: ofensiva en todos los frentes
En el ecuador de la campaña, Feijóo da la batalla con un "caramelo envenenado" para el presidente y sus barones que confiaban en la amnesia colectiva para atraer al votante indeciso del PSOE
Como en un remake de la magnífica película de 1981, "El Cartero siempre llama dos veces", Bildu ha regresado a un primer plano para amargarle la campaña electoral a Pedro Sánchez y recordar a los socialistas indecisos que gobierna gracias a formación abertzale.
Los populares recuerdan que no han sido ellos los que han metido a Bildu en campaña: "Han sido ellos por llevar asesinos en sus listas y Sánchez por haberlos convertido en sus socios estratégicos", dicen en Génova, pero ahora están decididos a sacarle el mayor rédito de cara a la cita del 28-M.
El siguiente paso ya estaba preparado en la sala de máquinas de Génova y es de hondo calado: registrar en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley para que ningún partido pueda pactar con formaciones que lleven terroristas en sus listas
El terreno lo preparaba el propio Alberto Núñez Feijóo en el Senado al preguntar hasta en cuatro ocasiones al presidente del Gobierno si estaba dispuesto a reeditar sus pactos con Bildu a pesar de llevar asesinos y condenados en sus listas. El silencio de Sánchez ha sido leído en el PP como una confirmación de que, si puede, reeditará esos acuerdos.
El siguiente paso ya estaba preparado en la sala de máquinas de Génova y es de hondo calado, como se ha confirmado tan sólo unas horas después: registrar en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley para que ningún partido pueda pactar con formaciones que lleven terroristas en sus listas y que, de facto, supondría abrir la puerta a un cordón sanitario a Bildu que deje fuera de juego, de una vez por todas, a la formación proetarra.
De hecho, con esta iniciativa, el PP busca "retratar" a los diputados socialistas antes de que se constituyen los nuevos gobiernos autonómicos y locales y especialmente mirando al 28- M los del País Vasco y Navarra. En la práctica esto supondría que si el PSOE rompe con Bildu el PP estaría dispuesto a ofrecer sus votos a los socialistas en el País Vasco y en Navarra.
La portavoz de Bildu, Merche Aizpurúa, pasa por delante del escaño de Sánchez.
De cara a las elecciones generales de finales de año, implica que ningún partido pueda hacer descansar la gobernabilidad de España en una formación como Bildu, precisamente lo que ha venido haciendo y está dispuesto a repetir Pedro Sánchez si la aritmética parlamentaria se lo permitiera.
Una proposición de ley que supone todo un caramelo envenenado y sobre el que Alberto Núñez Feijóo va a interpelar también a Pedro Sánchez en cada uno de sus mítines para tratar de que se retrate y esté muy presente a la hora de que los españoles depositen su voto en las urnas.
Pero no se va a quedar ahí y consciente del carácter local y autonómicos de los comicios de mayo, va a reprochar a los barones socialistas: Emiliano García-Page, Javier Lambán, Ximo Puig o Guillermo Fernandez-Vara "la pasividad que han mostrado durante todos estos años ante los desmanes de Sánchez".
Los populares están convencidos de que "esta estrategia puede ser el empujón que necesitan para conseguir inclinar la balanza a su favor" en comunidades como Valencia, Aragón, Cantabria y suponer un plus para el Partido Popular en otras regiones como Castilla-la Mancha o Extremadura.
Como en un remake de la película "El Cartero siempre llama dos veces", Bildu ha regresado a un primer plano para amargarle la campaña electoral a Sánchez y recordar a los socialistas indecisos que gobierna gracias a formación abertzale.
Poco podía imaginar Pedro Sánchez, que se las prometía muy felices abriendo la campaña electoral en el despacho oval con el todopoderoso presidente de los EEUU, Joe Biden, que las listas de sangre de ETA le iban a reventar la campaña y todo el goteo incesante de anuncios electorales en pretendía convertir la campaña. Pero, efectivamente y volviendo al inicio, El cartero siempre llama dos veces.