La sombra de la sospecha se cierne sobre los aliados de Yolanda Díaz en Melilla
Se ha iniciado una investigación ante la increíble cantidad de peticiones de voto por correo. Las miradas apuntan al CPM, integrado en Sumar, cuyo líder está inhabilitado por justo lo mismo.
La ciudad autónoma de Melilla se ha convertido en los últimos días en uno de los focos principales donde mirar de cara a las próximas elecciones autonómicas y muncipales del 28 de mayo. Y es que, la sombra de la sospecha sobrevuela el voto por correo en este territorio y las autoridades investigan un posible fraude de compra de votos. Por el momento, los diferentes partidos implicados se acusan unos a otros pero, por los precedentes, todas las miradas apuntan a Coalición por Melilla y su líder Mustafa Aberchán.
El histórico dirigente melillense, que hizo historia al convertise en el primer presidente musulmán de una administración española, fue condenado en 2021 a dos años de cárcel y 30 meses de inhabilitación por precisamente fraude electoral. Quedó demostrado que compró votos por correo a cambio de planes de empleo en las elecciones de 2008.
El presidente de Coalición Por Melilla (CPM), Mustafa Aberchán
De hecho, debido a esa sentencia, no puede concurrir como candidato a estos comicios y en su lugar es la actual consejera de Hacienda, Empleo y Comercio del gobierno melillense, Dunia Almansouri, la que ocupa ese lugar. Hay que recordar que Coalición por Melilla es una de las formaciones que componen Sumar y, casualmente, Almansouri es aliada política de Yolanda Díaz, con la que se ha mostrado siempre en sintonía. La influencia de la ministra de Trabajo parece llegar más allá del estrecho.
¿Qué pasa con el voto por correo en Melilla?
Dos hechos concretos y bastante llamativos han sido los que han puesto la mosca detrás de la oreja de las autoridades policiales. El primero, el robo que se produjo el pasado 8 de mayo, justo el día en el que empezó el reparto de documentación para poder ejercer el voto por correo, cuando varios carteros de Correos fueron asaltados en Melilla, robándoles un total de 43 sobres electorales. Como consecuencia y ante la petición de Correos, los carteros de este territorio han repartido esta documentación electoral con escolta policial.
El segundo y especialmente curioso: la desmesurada cantidad de peticiones para votar por correo en la ciudad autnónoma. Han sido 11.000, lo que supone el 20% del censo total de Melilla. Un porcentaje siete veces por encima de la media nacional, lo que ha supuesto el indicio definitivo para que la Policía inicie la investigación por una posible trama de compra de sufragios. Por comparar, en Ceuta, ciudad con características similares, no llegan a las 2.000.
Mientras continúa la investigación, la Junta Electoral de Zona ha decidido que, a partir de este jueves, los votantes por correo en Melilla tengan que llevar personalmente el sobre con su papeleta a Correos y presentar el DNI, pasaporte u otro documento válido antes de entregar el voto. Algo que hasta ahora no era necesario. Una medida ratificada por la Junta Electoral Central, que además la ha ampliado al resto de oficinas de España para cualquier voto que vaya dirigido a la ciudad autónoma.
Este organismo rechazó en un principio la petición de Correos que, a raíz de los robos a sus carteros, pidió que el voto por correspondencia se enviase por correo certificado, obligando al elector a personarse en las oficinas e identificarse con el DNI. Por aquel entonces rechazó la propuesta pero los indicios han ido en aumento y han cambiado de opinión al considerar que "la gravedad que supone la posibilidad de un uso fraudulento del voto por correo en la ciudad de Melilla aconseja adoptar medidas extraordinarias".