Bildu suma 38 millones de euros públicos tras violar la ley más de 300 veces

En 2021 Bildu ingresó más de diez millones de origen público (7 millones de subvenciones y 3 millones de sueldos de sus cargos y funcionarios). Suma 38 millones públicos desde 2018. Su situación es tan boyante que, en argot empresarial, cifra en 5,2 millones sus “dividendos.” Le sobra dinero.

Pero los etarras deben más de 3 millones a las víctimas. Pedro Sánchez rehúso ilegalizarla en 2020, con 200 violaciones de la ley ya (hoy más de 300). Por entonces el PSOE pedía suprimir el PP por Gürtel. Véase la caja de Bildu de 2021.

-Subvenciones estatales: 665.000 euros para funcionamiento; 49.000 euros para seguridad (partida, ay ironía, que nació para defenderse de ETA). Y, en 2020, recauda 1,3 millones por gastos electorales.

–Congreso: 457.000 euros.

–Senado 69.000 euros.

–Gobierno vasco: 1,2 millones.

–Parlamento vasco: 986.000 euros.

–Parlamento navarro: 413.000 euros.

–Juntas Generales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya: 1,2 millones.

–Ayuntamientos: 1,7 millones.

Bildu se adueña de los fondos recibidos para su actividad parlamentaria o municipal. Su botín público crece en paralelo a sus desplantes a las víctimas y violaciones de la ley de partidos que tolera Sánchez: en 2021 (6,9 millones), 2020 (7,6 millones), 2019 (9,8 millones), y 2018 (5,7 millones). Incluye hasta cinco millones de aportaciones de sus grupos parlamentarios o locales.

La portavoz de Bildu en el Congreso, Merche Aizpurúa.

Más el impuesto revolucionario “obligatorio” que aplica a sus funcionarios o cargos: ingresa 818.000 euros en 2018 (le deben 86.000 euros). El impago se dispara en 2019 (826.000 euros), pero les cobra 1,6 millones.

Bildu ha fichado con dinero público a 112 personas vinculadas al brazo político y armado de ETA para cargos o candidaturas. ¿Eso es incluir regularmente a condenados por terrorismo o debe llegar a 500?

En 2020 los cargos morosos de Bildu crecen (857.000 euros), pero les succiona 2,7 millones. Y en 2021 le adeudan 704.000 euros, pero les extrae 3 millones. La banda a la que pertenecía Otegui mataba por un impago. Bildu hoy sólo les recuerda que son “aportaciones obligatorias de sus cargos”.

¿Donantes forzados? ¿Es legal apropiarse de sueldo público? ¿Un IRPF bis? Y no faltan juristas que cuestionan que las asignaciones para grupos parlamentarios o municipales acaben en la hucha de Otegui y cía. Para su funcionamiento ya percibe sumas de Sánchez y Urkullu. Y las elecciones se cubren con subvenciones estatales.

Resultado, su dinero público se dispara: 2021, 9,9 millones; 2020, 10,3 millones; 2019, 11,4 millones; y 2018, (6,5 millones). Bildu ha ingresado 38 millones de euros públicos bajo el sanchismo. No matar es más rentable que el tiro en la nuca. En 2008, en vísperas de su caída, Batasuna sacó de sus cuentas apenas 400.000 euros. Un aperitivo de lo que cosecha Otegui sin asesinar.

Sánchez fulmina toda hipótesis de ilegalizar a Bildu. Ya enterró un informe de AVT en 2020 con más de 200 violaciones de la ley. Bildu pisotea reiteradamente todo lo que un partido no puede hacer.

–“Dar apoyo político expreso o tácito al terrorismo, legitimando las acciones terroristas para la consecución de fines políticos al margen de los cauces pacíficos y democráticos, o exculpando y minimizando su significado y la violación de derechos fundamentales que comporta”.

Su dinero público se dispara: 2021, 9,9 millones; 2020, 10,3 millones; 2019, 11,4 millones; y 2018, (6,5 millones). Bildu ha ingresado 38 millones de euros públicos bajo el sanchismo. No matar es más rentable que el tiro en la nuca.

Bildu organiza y recibe con honores a etarras, rechaza deslegitimar a ETA en el Parlamento vasco, renuncia al homenaje a Miguel Ángel Blanco, manda abrazos a Josu Ternera, rechaza revisar su pasado violento y declara acertado crear ETA…

–“Incluir regularmente en sus órganos directivos o en sus listas electorales personas condenadas por delitos de terrorismo que no hayan rechazado públicamente los fines y los medios terroristas”.

El extarra líder de Bildu no ha hecho otra cosa: ficha como asesores municipales a decenas de ex batasunos; un senador es investigado por vínculos con ETA; 68 de sus directivos o candidatos en 2020 ya tenían vínculos con ETA. En 2023 suma otros 44. Bajo el sanchismo Bildu ha fichado con dinero público a 112 personas vinculadas al brazo político y armado de ETA para cargos o candidaturas. ¿Eso es incluir regularmente a condenados por terrorismo o debe llegar a 500?

– “Promover, dar cobertura o participar en actividades que tengan por objeto recompensar, homenajear o distinguir las acciones terroristas o violentas o a quienes las cometen o colaboran con las mismas”. En la trama de homenajes a etarras investigada en 2021 figuraban media docena de cargos conexos a Bildu.

La ley de partidos es tajante. La reiteración de tales conductas acarrea la ilegalización. No delinquen sus fines, la independencia, sino su actividad legitimadora del terrorismo. Si Bildu puede hacerlo, hay que borrar el artículo 9.3. Sobra Bildu o sobra la ley. Y si se evita ilegalizarla por temor a que vuelva la violencia, el terrorismo no ha desaparecido: es el garante de Bildu.

La democracia privilegia una formación porque teme que mate. Extraña lógica: mejor que el agresor sexual sea diputado a que viole, que el exetarra ignore la ley o un stop a que asesine. Cobraban de ETA por matar, hoy del estado por no hacerlo. No es indecente, es ilegal.