Sánchez desoye a los expertos y mete al Valle de los Caídos otra vez en campaña
Los técnicos que emitieron un informe hace años consideran “prácticamente imposible” llevar a cabo la “identificación individualizada” de las personas enterradas allí.
No hay campaña electoral sin su dosis de franquismo y Valle de los Caídos metida con calzador. La exhumación de los restos mortales de Francisco Franco en octubre de 2019, a menos de un mes de las elecciones, abrió la veda. Se repitió hace unas semanas, con la misma maniobra, forzando a la familia de José Antonio Primo de Rivera a llevarse los restos de su antepasado en abril, un mes antes de las elecciones municipales y autonómicas. Y está sucediendo ahora, en la antesala de las elecciones generales del 23J: este lunes, el Gobierno ha iniciado los trabajos de identificación de 128 personas enterradas en las criptas cuyo familiares llevan años solicitándolo.
Esa es la clave. Las familias llevan desde 2016 pidiendo que se cumpla una sentencia que obligaba a recuperar los restos de sus antepasados enterrados en las criptas de la basílica junto a otras 33.000 personas más. El jueves pasado acudieron al Defensor del Pueblo para registrar una queja por la demora. El Gobierno en estos 7 años no ha encontrado y el momento hasta ahora, con las elecciones generales a la vista.
La ley de Memoria Democrática, aprobada por los dos partidos del Gobierno en octubre del año pasado, contempla y respalda estas exhumaciones, pero como otras tantas normas del ‘sanchismo’ legisla contra la realidad. Una cosa es la teoría y otra la práctica. Desde hace casi 12 años el Gobierno tiene un informe técnico en su poder que deja bien a las claras que la "identificación individualizada" de los restos es "prácticamente imposible".
El único informe técnico sobre el Valle de los Caídos lo encargó el presidente socialista Rodríguez Zapatero a una Comisión de Expertos creada a tal fin en mayo de 2011 e integrada por una docena de personas elegidas por el propio Ejecutivo. Entre ellos figuraban nombres como los de Miguel Herrero de Miñón, Virgilio Zapatero, Pedro González-Trevijano y Amalia Valcárcel, entre otros.
Dos peritajes de toda solvencia afirman que no es viable
Tras unos meses de trabajos, en noviembre de 2011 ese grupo de expertos entregó al entonces ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, un documento de 30 folios en el que se hacen 30 recomendaciones al Gobierno. Una de ellas, la número 29, se titula “Reclamaciones de familiares” respecto a la “devolución de los restos” de sus seres queridos.
Los expertos dejan claro que si bien “les asiste un derecho moral a que se satisfaga en la medida de lo posible dicha reclamación”, la Comisión “ha llegado a la conclusión” de que no es posible la “viabilidad de su identificación, exhumación y devolución”. Argumentan que tras estudiar el asunto han llegado a la “conclusión de que el deterioro de las criptas y de los columbarios, unido al volumen de restos enterrados, hace prácticamente imposible como norma general, la identificación individualizada”.
En otro punto del informe, los expertos dan más detalles sobre esa imposibilidad. Reconocen que es “un problema especialmente difícil”. Explican que existe un informe forense encargado en 2010 por el Ministerio de Justicia que “argumenta la extrema dificultad técnica de una operación de este tipo”.
El informe concluye que el deterioro de las criptas y de los columbarios ya señalados, unido al volumen de restos enterrados, hacen prácticamente imposibles, como norma general, las identificaciones individualizadas
En concreto enumera varios escollos insalvables: “en unos casos por no haber sido localizado el columbario en cuestión, a veces por haberse fragmentado los columbarios y mezclado los restos de numerosas personas y, en otros supuestos, por no haber podido entrar en la cripta e inspeccionar en los sucesivos niveles de los osarios”.
No obstante, la Comisión de Expertos, así lo dice su informe, solicitó “un nuevo peritaje técnico del estado de los osarios” que fue llevado a cabo por “prestigiosos profesionales forenses de la Policía Científica - y de la Universidad - basado en el material obtenido en la investigación previa de diciembre de 2010”.
Este segundo peritaje “corroboró en lo esencial” el anterior y concluyó que “el deterioro de las criptas y de los columbarios ya señalados, unido al volumen de restos enterrados, hacen prácticamente imposibles, como norma general, las identificaciones individualizadas”.