El PSOE negocia entre risas con Bildu Navarra mientras da lecciones de pactos
Una delegación socialista liderada por María Chivite se sienta con los enviados de Otegi para desatascar la presidencia foral. Mientras, Ferraz linchaba a Feijóo por hacer lo propio con Vox.
Las delegaciones del PSOE y Bildu, este martes en Pamplona negociando la presidencia de Navarra y el Ayuntamiento de la capital.
En la estrategia del cuello de la botella que ha impulsado Pedro Sánchez de cara al 23J - lo ancho para el PSOE pero lo estrecho para el PP- en estas últimas horas se ha producido una gran paradoja que revela la hipocresía total que se ha instalado en la zona noble del Palacio de la Moncloa.
Esta paradoja se produce en los 480 kilómetros que separan Valencia de Pamplona. En la ciudad del Turia, el popular Carlos Mazón se sentaba este martes en una mesa con el líder regional de Vox, Carlos Flores.
Cara a la galería, la socialista Chivite le ha dicho a la batasuna Aznal que no la quiere en su hipotético gobierno. Tampoco lo ha estado esta pasada legislatura, aunque ha condicionado la estrategia, como demostró la salida de la Guardia Civil de Tráfico de Navarra
En la capital navarra, hacia lo propio la socialista María Chivite con la líder de Bildu, Laura Aznal. Para Ferraz, la primera cita es una ignominia. La segunda, "normalidad institucional" derivada de los resultados electorales del 28M y el anhelo de los ciudadanos que votaron.
Mientras el Gobierno y sus socios Frankenstein todos a una y la cúpula socialista se han lanzado a la yugular de Alberto Núñez Feijóo por el pacto en Valencia con luz y taquígrafos, el PSOE negocia con los de Arnaldo Otegi la abstención de los batasunos para que María Chivite vuelva a presidir la Comunidad Foral. Si Bildu no se abstiene, y vota en contra, el presidente será Javier Esparza, de UPN.
A Moncloa y Ferraz, esta reunión le parece intolerable. A la misma hora, el PSOE negociaba con Bildu el futuro de Navarra.
Cara a la galería, Chivite le ha dicho a Aznal que no la quiere en su hipotético gobierno. Tampoco lo ha estado esta pasada legislatura, aunque ha condicionado la estrategia, como demostró la salida de la Guardia Civil de Tráfico de la comunidad. Pero sí se abre a negociar nuevas cesiones a los radicales para que se abstengan. Y ahí aparece la otra gran derivada del 28M en Navarra, la alcaldía de Pamplona que Bildu exige para Joseba Asirón.
Mientras el Gobierno y sus socios todos a una se han lanzado a la yugular de Feijóo por el pacto en Valencia con luz y taquígrafos, el PSOE negocia con Otegi la abstención de los batasunos para que Chivite vuelva a presidir la Comunidad Foral.
Un pack por el que el PSOE negocia estos días sin complejo alguno con el visto bueno de Pedro Sánchez y el respaldo de Moncloa y Ferraz. Mientras, todos ellos se hacen los ofendidos por el acuerdo PP-Vox en la Comunidad Valenciana y el ayuntamiento de Elche. Distintas varas de medir.
